/Javi Romero/
El que fuera hasta hace unos meses director regional de la Cadena SER en Castilla-La Mancha, y del que ahora pueden disfrutar en El Digital de Albacete con su sección ‘La Revolera’, ha sido elegido por la Sociedad Española de Cirugía Taurina como merecedor de su ‘Distinción a Periodistas’, galardón que ha compartido con otros tres figuras como Manuel Molés, José Luis Benlloch, Santos García Catalán, conformando así un cartel de relumbrón de esto del periodismo taurino que va de frente y por derecho defendiendo la esencial labor de los profesionales de la cirugía taurina.
En un momento en el que para algunos, no todos, empresarios taurinos parece que todo vale en esto de encomendar la vida de los toreros y hombres de plata tras un percance en el coso, toma más valor el hecho de que voces autorizadas dentro del oficio de contar lo que pasa y no debería pasar se alcen contra aquellos que para ahorrarse “cuatro perras” contratan a sanitarios sin experiencia ni oficio para diagnosticar, intervenir y tratar cornadas, algunas de ellas ocultas, que ponen en peligro la salud de aquellos que cada tarde se juegan la vida en el histórico oficio del toreo.
Camiones frigoríficos como improvisados quirófanos, materiales dudosamente esterilizados, ausencia de medios sanitarios de transporte urgente en caso de situación de gravedad y personal sin la formación específica que requeriría esta disciplina son algunos de los ejemplos contra los que ha alzado la voz Ángel Calarmado, quien pone siempre como ejemplo, haciendo de nuevo patria, al equipo médico de la Plaza de Toros de Albacete con ese mano a mano de lujo formado por Pascual González Masegosa y Jesús Cuesta que son siempre garantía de que si la Virgen de los Llanos tiene tarda en echar un capote a los que están en el albero, los del burladero del equipo médico estarán al quite.
Durante su parlamento al recoger esta prestigiosa distinción en la bella ciudad de Málaga, Ángel Calamardo ha destacado su admiración y respeto por aquellos que ejercen este oficio tan necesario, mostrando su voluntad inquebrantable de dar voz a los cirujanos taurinos y reclamando que Madrid dedique una corrida a beneficio de la Cirugía Taurina, sobre todo ahora que la tradicional corrida de la Beneficencia ya solo tiene de benéfica el nombre.
