/Sandra Manzanares/ Fotos: Ángel Chacón/
El cantante Manolo García recibía de manos del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, la Medalla de Oro de la región, y lo hacía dándose una “gran paradoja”, y es que, como el artista decía, él nació en Barcelona, aunque lejos de “tener el corazón partido”, García aseguraba tenerlo “doble”, pues es “catalán a mucha honra y orgullo”, y es albaceteño “a muchísima honra y orgullo”, destacaba.
De este modo, Manolo García daba las “gracias de corazón” por este distintivo del que “no se siente merecedor”, pero que, aseguraba “llevará con honor y orgullo”. Reconocimiento que dedicaba al recién elegido alcalde de La Roda y director general de Deportes del Gobierno Regional, Juan Ramón Amores, al que a partir de este día y para siempre, considerará su compañero, al compartir ambos el distintivo de la Medalla de Oro de la región.
Así, tal y como avanzó Emiliano García-Page en los ‘Desayunos Digitales’ de El Digital de Albacete, la Medalla de Oro a Manolo García pone en valor la trayectoria y aportación a la música pop española del cantante catalán, hijo de emigrantes albaceteños, concretamente de Férez. Recordaba García durante su intervención los veranos rurales en la sierra del Segura, que le ha servido de inspiración de muchas de sus canciones, sostenía.
Los orígenes de sus abuelos “marcaron su infancia” y ese “recuerdo”, aseguraba el artista, ha dejado “una huella importante” en él, indicaba, aprovechando la ocasión para pedir a los representantes públicos que “velen” y “trabajen” para que los ciudadanos de las zonas rurales de Castilla-La Mancha “no tengan que huir a las grandes capitales a buscar el sustento”, por lo que les animaba a “pelear con honor y gallardía en estamentos europeos para que la gente joven no tenga que huir como conejos y puedan hacer gala de su intención de quedarse en esta tierra”, decía.
Insistiendo en la necesidad de prestar mayor atención a las personas del ámbito rural, para que “tengan facilidades y no sientan que hay palos en la rueda de su ilusión por seguir ganándose la vida”, Manolo García señalaba la necesidad de poner el foco en los pequeños ganaderos y agricultores, y también de darle la importancia que se merece al cambio climático y sus consecuencias, así como, sobre todo, tomar medidas para frenarlo. Concluía pidiendo el “empeño” de todos para que Castilla-La Mancha “no vaya a menos” y siga creciendo como el escenario de su infancia que recuerda.