Eduardo Cuevas se despide del Servicio Contra Incendios de Albacete tras 40 años de dedicación

/Sandra Manzanares/

La historia del Servicio Contra Incendios y Salvamento de Albacete se escribe con la trayectoria de Eduardo Cuevas, jefe del servicio durante casi un tercio de la vida de este recurso municipal. Después de cuarenta años en activo, Cuevas se jubila con la satisfacción de haber diseñado la estructura del cuerpo tal y como se le conoce hoy en día, dejando un Servicio Contra Incendios que es referencia a nivel nacional en materia de prevención.

Eduardo Cuevas entraba a formar parte de los Bomberos de Albacete en marzo de 1982, cuando el servicio era un Parque de Bomberos dirigido por un sargento, tres cabos y 27 bomberos, que se ubicaba en la antigua Casa de Socorro, donde actualmente está el Ayuntamiento. Su primer encargo de manos de la Corporación Municipal fue crear la estructura de lo que se conocería como el Servicio Contra Incendios y Salvamento de Albacete, dividiéndolo, por un lado en las secciones de prevención y mantenimiento, y por otro, en la de extinción y salvamento.

Un proyecto diseñado en 1983 con vigencia hasta el año 2000, que “todas las corporaciones cumplieron”, destaca Cuevas, apuntando que Albacete ha sabido adaptarse a las necesidades en materia de seguridad que requiere la ciudadanía, algo que ha ido acorde al crecimiento de la población, sostiene, añadiendo que “Albacete fue pionera en el departamento de prevención”, tanto en normativa de vivienda como de industria o planificación de siniestros. 

 

La ciudad “supo reconocer la necesidad de invertir en seguridad”, lo que ha desembocado, continúa, en que los vecinos puedan “sentirse orgullosos de este servicio”, que actualmente cuenta con una plantilla de 123 profesionales, una flota importante de vehículos y un parque “bien formado”. Detalla Cuevas que antes de marcharse ha realizado una previsión para 2024 en la que se recoge el crecimiento del Parque de Bomberos tanto en medios humanos, materiales como en infraestructuras.

Escuela Regional de Bomberos

Un Parque que fue construido en 1987, convirtiéndose así en el primer edificio destinado para desarrollar esta actividad y que se ubica en el “sitio idóneo”, al ser un nudo de comunicaciones: con autovías, polígonos industriales y la propia ciudad. Sin embargo, todo no han sido alegrías en la carrera de Cuevas al frente del servicio, ya que, como él mismo nos confiesa, “se quedó en el tintero” la unificación de todas las centrales de la región teniendo como punto de referencia Albacete, ya que la mayoría de los efectivos de emergencia están en nuestra provincia, puntualiza.

Tampoco fue posible aglutinar los servicios en uno provincial, una meta que quedó proyectada en los años 90, alcanzándose un acuerdo que finalmente no se materializó, pero que “en el futuro tendrá que hacerse”. Una de las espinas con las que Cueva se queda es que la Escuela Regional de Policías, Bomberos y Protección Civil no viniese a Albacete, algo por lo que “luchó mucho” y cuya ubicación estaba pensada en el Giner de los Ríos, yendo a parar finalmente a Toledo.

Duras intervenciones

Sobre todas las cosas, Cuevas destaca como los momentos más duros y “tristes” aquellas intervenciones en las que fallece una persona, pues “siempre piensas en si se podría haber hecho algo más”. Y es que, la profesión de bombero deja en ocasiones ciertos “sinsabores”, fruto de no “haber podido llegar antes” de lo que los profesionales hubieran querido a la hora de atender una emergencia o el hecho de “no poder evitar una desgracia”, lamenta el ya exdirector del Servicio Contra Incendios de Albacete.

Recuerda como una de las intervenciones “más importantes” de su carrera la que ocurrió en el año 2003, cuando un Talgo y un tren de mercancías colisionaban en Chinchilla, dejando una veintena de fallecidos y hasta 50 heridos. Una actuación “complicada que tuvimos que afrontar desde el primer momento”, pues fue este servicio el que coordinó todas las intervenciones, y en pocos minutos “movilizó” a casi todos los medios de la provincia, en este punto, Cuevas destaca la “efectividad” de los Bomberos de Albacete y del conjunto de servicios de emergencia.

También fue testigo Cuevas del ingreso primera mujer bombero en Albacete, lo que ocurrió en 2016 teniendo como protagonista a Gema García. Precisamente los profesionales del Servicio Contra Incendios se despedían del que ha sido su jefe durante cuatro décadas remarcando la “herencia” que deja, y que no es otra que un “Servicio moderno, que es un referente en nuestra región”, valoraban.

Durante la mayor parte de su vida, Eduardo Cuevas ha estado pendiente de una llamada de emergencia o de las necesidades del Ayuntamiento, y ahora, dedicará su tiempo a su familia, aunque, como él mismo apunta, no se desvinculará demasiado de la que ha sido su profesión tantos años, ya que seguirá a disposición de las Corporaciones para, desde la experiencia, contribuir a la lucha y prevención de los incendios. Además, continuará su función como secretario general de la ‘Fundación Fuego’, pasando de la acción a lo que a él le gusta llamar el “Senado de la Seguridad”. Disfrute de la jubilación, Eduardo.

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