/Sandra Manzanares/
El marido de Nieves tiene una minusvalía del 75%, camina con dificultad y sufre problemas de corazón, tanto es así que precisa de un desfibrilador automático implantable, una prótesis en la aorta ascendente y un catéter. Por ello, siempre llevaba consigo una placa en la que se reflejan los medicamentos que toma, el teléfono y el nombre de su mujer, para cualquier urgencia. Placa que colgaba de su cadena de oro, que le robaron el pasado lunes, acto tras el que los testigos llamaron a la Policía Local, que terminó multando al hombre.
Como nos cuenta Nieves, su marido bajó a panadería a comprar pan, después se dirigió a su vehículo, estacionado sobre la acera, y cuando apenas le había dado tiempo a introducirse en el coche, una chica que estaba en la misma panadería que él, se abalanzó sobre el hombre pidiéndole que “se bajase los pantalones” y ofreciéndole servicios sexuales. En el forcejeo entre ambos, la mujer presuntamente aprovechó para sustraerle la cadena de oro al hombre, que estaba valorada en 4.000 euros, recuerda Nieves.
“Esa mujer se percató de las dificultades de movilidad de mi marido y salió corriendo detrás de él”, apunta Nieves, que se enteró de lo ocurrido por la llamada que recibió de la dependienta de la panadería, y no por la policía o Emergencias. Según nos explica esta albaceteña, después del incidente se dio parte a la Policía Nacional, que requirió los servicios de la Policía Local de Albacete.
El hombre recibió una multa de 1.500 euros por carecer de seguro y no llevar el permiso de conducir, algo que Nieves niega, pues, en el primer caso, “se trata de una equivocación en el pago del seguro, que se efectuó a otra persona por un fallo en las letras de la matrícula”, cuestión que está en manos de su abogado; y en segundo lugar, su marido sí que llevaba en la cartera su permiso de conducir, afirma Nieves, pero en el estado en el que se encontraba tras la situación que acababa de vivir no pudo ni mostrárselo a los policías.
De este modo, Nieves denuncia que “les importó más la denuncia que la ayuda a un ciudadano, o en qué estado estaba”, pues según afirma, dejaron “tirado como una colilla” a su marido, pese al estado de nervios en el que éste se encontraba. El coche se lo llevó la grúa y el hombre esperó a Nieves en la panadería. “No digo que la policía tenga que saber si una persona tiene una minusvalía, pero al menos, preguntarle cómo se encuentra, ayudarle a sentarse en el bordillo o llamar al 112”, expresa.
“Lo trataron como una basura”, dice Nieves muy molesta, recordando que “cuando se va de uniforme hay que cumplir un protocolo y una ética”, y más, continúa, “cuando su sueldo sale de parte de los impuestos de todos los ciudadanos”. Aunque sí han puesto denuncia por el robo, Nieves indica que no han hecho lo propio con “las maneras” que tuvo un agente de la Policía Local con su marido, pues considera que “poner una reclamación en el registro del Ayuntamiento serviría de poco”, ya que ésta, indicaba”, “va ir a manos de la policía”.
Lo que sí intentará es “conseguir” una cita con el alcalde , para trasladarle su disconformidad por el trato dado a su marido tras sufrir un violento episodio del que todavía está intentando recuperarse.
