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Será el día 12 de mayo, dos días antes de que otro albaceteño como Rubén Pinar lidie el primer toro de la Feria de San Isidro y dé el pistoletazo de salida al abono en la plaza más importante del mundo.
No será el debut del novillero albaceteño en el coso de Madrid, ya que eso es algo que ocurrió con anterioridad y que de no haber sido por los aceros habría tenido como guinda del pastel la salida a hombros por la puerta grande.
La espada privó en aquella ocasión a Felipe de besar el cielo de la capital mundial del toreo, pero Madrid no ha olvidado las condiciones de un torero de corte muy especial y que ha vuelto a la cara del toro para quedarse después de haberse cortado la coleta tiempo atrás a pesar de su juventud y corta trayectoria motivado por una serie de problemas familiares que le han mantenido varios años alejado de cualquier cosa que tuviera que ver con el mundo del toro.
Regresó a los ruedos en la pasada Feria de Albacete y de nuevo la espada le privó de abrir de par en par la puerta grande, pero Sergio Felipe, un torero de cercanías, muy vertical, cargado de valor y que tuvo antes de su retirada un prometedor futuro en el mundo del toro, se ha preparado a conciencia para esta cita y poder dar un empujón a su carrera que le otorgue el lugar que sus muletazos atesoran.
Apoderado por Manuel Amador desde hace escasos meses, Felipe podría dar el paso de tomar la alternativa durante la presente temporada. Antes, el 12 de mayo, intentará desorejar a sus dos ejemplares de El Pilar para empezar a poner pilares sólidos en su vuelta a la arena.
