/Marta López/Foto: Hugo Piña/
Bailarines y amantes del baile de todo el mundo celebran el Día Internacional de la Danza. Una jornada que se realiza desde 1982 como forma de atraer y reunir a todos aquellos que han elegido la danza como medio de expresión, traspasando las barreras culturales, políticas y étnicas, celebrando así su diversidad.
Los alumnos de Enseñanzas Elementales del Real Conservatorio Profesional de Danza de Albacete han vuelto a salir a la calle un año más para celebrar este día con todos los albaceteños que se han acercado hasta la céntrica plaza del Altozano.
Dos alumnas del Real Conservatorio Profesional de Danza, ponían voz a las bellas palabras que ha compuesto este año de la coreógrafa, bailarina y docente egipcia Karima Mansour con motivo de este día: “todos hablamos el lenguaje del movimiento. Es preciso escuchar, escuchar sin interferencias, escuchar sin juzgar, escuchar en silencio y permitiendo que el movimiento recorra el cuerpo en cada momento, porque tanto nuestro interior, como todo lo que nos rodea está en movimiento constante. Entonces es cuando el cuerpo no miente, porque está escuchando su verdad y la está expresando”.
Danza clásica, española, escuela bolera y piezas del folclore popular de Cataluña, País Vasco y Castilla y León han servido para poner movimiento y danza en este día; y es que bailar nos devuelve a nuestras raíces culturales y sensoriales, indicaban.
Divididos por cursos, los alumnos del Real Conservatorio Profesional de Danza de Albacete han sacado, por quinto año consecutivo, a la calle su danza y han demostrado a los vecinos de la capital la pasión que sienten al bailar.
Una de las profesoras de danza del centro, Pilar, destacaba que “se ha realizado una selección de ejercicios que hacen todos los alumnos en clase”, como muestra de los conocimientos que año tras años adquieren estos jóvenes bailarines.
Además, de la interpretación de diversos ejercicios coreográficos y danzas folclóricas, se ha hecho entrega de los premios del ‘Concurso de Fotografía y Dibujo 2019’, fomentado desde el propio centro, perteneciente a la Diputación de Albacete.
Los alumnos del 3º curso de Enseñanzas Elementales de Danza también han querido sacar a la calle para acercar a todos los albaceteños la coreografía ganadora del ‘Concurso de Navidad 2018’ y ‘BAILARÍA’ una divertida versión de la conocida canción ‘Mamma Mía’ del grupo Abba, arreglo musical de la profesora Alma Jiménez Jerez.
La danza aporta a estos jóvenes bailarines “una disciplina, una educación social y musical”, destacaba esta profesora del Real Conservatorio. Una disciplina artística que a día de hoy no tiene cabida en la enseñanza obligatoria, y que “debería” llegar a todas las aulas como forma de expresión cultural.
Este Real Conservatorio de Danza de Albacete ha visto crecer a grandes profesionales de la danza a nivel mundial, como Esteban Berlanga, bailarín del Ballet de Zurich. Y es que, Albacete ha dado grandes figuras de la danza en sus numerosas vertientes y disciplinas, y a día de hoy existe una gran cantera de bailarines y bailarinas dispuestos a triunfar y disfrutar de su gran pasión, la danza.
El broche de oro lo han puesto los alumnos del Real Conservatorio Profesional de danza bailando las tan queridas Seguidillas Manchegas.
Fomentando la diversidad y la inclusión
“La danza es el lugar donde la cultura se comparte y las fronteras se derrumban en el espacio de la inclusión y la unidad, a través del lenguaje tácito de la universalidad”, reza el manifiesto de este Día Internacional de la Danza, con palabras de la bailarina coreógrafa y docente egipcia Karima Mansour.
La danza en Albacete respira inclusión y diversidad, y muestra de ello es el novedoso proyecto ‘EdusoEnDanza’, a cargo del bailarín y coreógrafo albaceteño Ángel Fernández Bleda. Éste, Graduado en Educación Social, ha logrado aunar el baile con sus estudios académicos con la finalidad de aplicar la danza a colectivos en riesgos de exclusión social por falta de recursos económicos o por discapacidad. Además, afirma que tiene “alumnos con discapacidad que sienten la danza igual” y es que la danza no entiende de barreras ni limitaciones.
“No hay mayor verdad y no hay mayor lenguaje universal mayor que la danza”, destacaba Ángel Fernández, quien ha participado con un flashmob, que ha servido para que todo el público congregado en la plaza de Altozano se arrancara a bailar los ‘Girasoles’ de la albaceteña Rozalén en este acto. Algo más de un año lleva el bailarín y coreógrafo albaceteño Ángel Fernández Bleda formando parte del Consejo Internacional de Danza (CID) de la UNESCO. Desde este organismo continúa promoviendo números aspectos sociales de esta disciplina artística. El coreógrafo destaca que además de grandes bailarines, “Albacete tiene grandes profesionales de la danza, profesores, escuelas y conservatorios”.
Así la danza de Albacete vuelve a salir a la calle contagiando a los amantes de esta disciplina su alegría, y es que como señala Ángel Fernández, “la vida con danza es mucho más llevadera, es un gozo del alma”.
