/Sandra Manzanares/Foto: Hugo Piña/
Un abarrotado Casino Primitivo recibía en pie al expresidente de España, José María Aznar, que participaba este miércoles en un acto electoral en Albacete, donde pedía el voto “masivo” para el Partido Popular, considerando que ésta es la “única” opción para “superar la fragmentación” de la derecha y aglutinar con ello los votos para impedir que continúen al mando aquellos que, aseguraba, “quieren romper” España.
“Hacen falta votos, y si no se hace así, la consecuencia es que se pierden las Elecciones”, exponía Aznar, señalando que “hay que concentrar el voto en la fuerza fundamental de centro derecha, que es el Partido Popular”. En este sentido, el expresidente pedía “por favor” y con gran énfasis una movilización “masiva” en favor del PP, apelando a la “responsabilidad” de los ciudadanos, a los que instaba a “mirar bien las consecuencias de su voto”, ya que “desperdigar el voto es favorecer que siga la coalición de izquierdas y de separatistas”, sostenía.
Así, José María Aznar indicaba que éste es un “momento existencial”, siendo la “preocupación” que siente porque “España vaya bien”, la que le empuja a participar en este tipo de actos, pues “aspira a ser un buen español”, siendo consecuente con “la responsabilidad consigo mismo y con sus ideas, con el país y con el PP”. Y es que, a juicio de Aznar, “las próximas Elecciones van a determinar que rumbo histórico que tome España”, decía.
Indultos a los “golpistas”
En relación a ello, Aznar afirmaba que Pedro Sánchez ya tiene “pactados” los indultos a los presos del ‘procés’, así como “una consulta popular antidemocrática en Cataluña, a lo que en castellano de siempre se le llama referéndum de autodeterminación”, aseveraba el popular, preguntándose “en cuántos pedazos se tiene que romper España para que Sánchez sea presidente del Gobierno”, lo que haría, puntualizaba, de la mano de sus “socios de extrema izquierda, secesionistas, batasunos e independentistas”, incidía.
Para Aznar, el “principal problema” de España es la secesión, una cuestión, que, aprovechaba para decir, “se despachó en cinco minutos” en el debate a cuatro de este martes entre los candidatos a la Presidencia del país, algo que Aznar “no entiende”, pues de su solución, apuntaba, depende el “mantenimiento del orden constitucional e histórico”. Precisamente por ello, el expresidente sostenía que Pablo Casado es una “garantía de buen Gobierno para España”, que, a diferencia de Pedro Sánchez, no creará “tantas naciones como necesite para ser presidente”, apuntaba.
Según el madrileño, el Partido Popular hace “propuestas posibles y razonables” para asegurar la continuidad histórica de España, la unidad del país, el imperio de la Ley y el Estado de Derecho, así como el “restablecimiento” del orden constitucional, la prosperidad de España y la “recuperación” de su prestigio en el exterior. Por último, Aznar indicaba que PP “sabe bien” lo que es sacar a España de la crisis, pues “ya lo hizo” en 1996 y en 2001.
“Un valor seguro”
Además de por cientos de simpatizantes del PP, Aznar ha estado arropado por el alcalde de Albacete y candidato a la Alcaldía por el Partido Popular, Manuel Serrano; quien alababa la gestión de Aznar, pues fue el “actor principal y protagonista del cambio” en España, y también, indicaba Serrano, “del milagro económico del PP”, lamentando a su vez la “desesperanza” y el “descrédito” en el que Sánchez ha sumido a los españoles y también a los vecinos de Albacete, “haciendo menos a los albaceteños y descuidando el tercer carril de La Roda o la Autovía a Linares”. En este punto, Serrano defendía la necesidad de que Pablo Casado sea el próximo presidente de España y de que Paco Núñez lo sea de Castilla-La Mancha, pues “devolverán el crédito, la solvencia y el progreso a nuestra tierra anteponiendo los intereses de los albaceteños a cualquier otro interés”, sostenía.
Coincidía con Serrano el candidato popular a la Junta de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, en que estas Elecciones son “trascendentales” para “decidir si queremos continuar con una España de futuro y riqueza o entregarla a quienes quieren acabar con el futuro de nuestro país”, apuntando además que “no le sorprende” que Sánchez “esté dispuesto a indultar” a los presos independentistas “con tal de llegar a Moncloa”, ya que Page, asegura, “votó en contra de la propuesta del PP de que no hubiera indultos si eran condenados los separatistas”, recordaba. Incidía Núñez en la importancia de concentrar el voto en el PP, y de “convencer” a los indecisos de que este partido es la “única alternativa real” a Pedro Sánchez y sus “socios”.
En esta línea, la cabeza de lista al Congreso por el PP, Carmen Navarro, recordaba que las “políticas eficaces” del PP hicieron de España, decía, “un país moderno”, por lo que apelaba a la “responsabilidad” de los votantes para “no perder el futuro”. Aseguraba Navarro que el PP es un “valor seguro de crecimiento económico y de democracia”, que puede hacer frente a las ideas de “extrema izquierda” e impedir la reedición del “pacto Frankenstein”. Pedía el voto al Partido Popular para recuperar la dotación presupuestaria para la A-32, el tercer carril de Albacete a Chinchilla, la recuperación de la infraestructura ferroviaria para Villarroblledo, además de la creación de un “gran pacto” nacional del agua.
Con un “Viva España” pronunciado por Aznar y con los aplausos cerrados de los asistentes finalizaba un acto en el que el secesionismo se ha dibujado como el “principal” problema de España, y en el que todos los candidatos, así como el propio expresidente, pedían insistentemente el voto “masivo” para frenar las posibilidades de la “extrema izquierda” en unas Elecciones para las que faltan apenas cuatro días.
