/Sandra Manzanares/
La gripe ha dejado 35 fallecidos y 343 ingresos en Albacete durante la temporada gripal 2018-2019, cerrando el periodo epidémico en su semana diez con 37,5 casos por 100.000 habitantes. De este modo, la provincia de Albacete se despide de la temporada gripal por debajo del umbral epidémico establecido para esta temporada, que era de 51,32 casos por 100.000 habitantes.
Una enfermedad infecciosa a la que, como decíamos, se han relacionado más de una treintena de fallecimientos y 343 ingresos en la provincia de Albacete, según datos provisionales. Cabe destacar que las muertes se han producido por causas relacionadas con este virus, que puede ser un precipitante en personas con salud frágil, pero no el motivo directo de los fallecimientos.
Si bien es cierto que la tasa de incidencia en Albacete en ésta última semana, la comprendida entre el 4 y el 10 de marzo, supera la establecida a nivel regional, que es de 30,7 casos por 100.000 habitantes, nuestra provincia se sitúa por debajo de la tasa nacional, de 41,7 casos por 100.000 habitantes. La semana cinco del año fue una de las que registró uno de los picos más altos de casos de gripe, en concreto durante ese periodo en nuestra provincia fueron 314,7 los casos por 100.000 habitantes, mientras que la semana anterior los casos ascendieron hasta los 344. Fue en la semana dos del año, del 7 al 14 de enero, cuando Albacete superó dicho umbral con 74,9 casos por 100.000 habitantes.
¿Qué es la gripe?
La gripe es una infección respiratoria que afecta a la nariz, la garganta y los pulmones, cuya propagación es fácil y las posibilidades de contraerla aumentan considerablemente con la llegada del frío. Los síntomas de la gripe aparecen a los dos o tres días de estar en contacto con el virus, entre los que destacan la fiebre que puede oscilar entre 39º y 41º centígrados, los dolores en el cuerpo, mareos, dolor de cabeza, estornudos, tos, náuseas o vómitos.
En este punto, resaltar que la mayoría de las personas contraen la gripe cuando inhalan “gotitas” provenientes de la tos o los estornudos de alguien que tenga esta enfermedad, señalan desde el Sescam, indicando a su vez que las posibilidades de contagio crecen si la persona entra en contacto con algo que contenga el virus y luego se toca la boca, la nariz o los ojos. Si ya se tiene gripe, es necesario descansar, beber abundantes líquidos, alimentarse de forma sana y equilibrada, tomar paracetamol para disminuir los síntomas como la fiebre y el dolor muscular y recordar que la gripe está causada por un virus, por lo que los antibióticos no son efectivos para su curación.
Prevenir la gripe
Lavado de manos y uso de alcohol en gel, ventilación de ambientes, evitar exposición al humo del tabaco y otros irritantes ambientales, uso de pañuelos desechables que cubran la boca y nariz al toser o estornudar o utilizar abrigo adecuado frente al frío.
Generalmente los grupos de población de riesgo comprenden los mayores de 65 años, especialmente si conviven en instituciones cerradas; mujeres embarazadas, adultos y niños con enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas, pulmonares o metabólicas crónicas, personas con defensas inmunológicas reducidas, los menores de 18 años que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico y trabajadores de servicios públicos que puedan transmitir la enfermedad.
Además, desde la Gerencia de Atención Integrada de Albacete destacan que por regla general la gripe no causa mayores complicaciones a las derivadas de unos días de fiebre y malestar general, estando dirigido su tratamiento a mitigar esos síntomas. De este modo, la Dirección de la GAI emplaza a los ciudadanos, “a hacer un uso racional de los servicios de Urgencias hospitalarios y, ante procesos catarrales o de gripe, consultar al médico de familia si se pertenece a grupos de riesgo o si los síntomas persisten durante más de dos semanas”, concluyen.