Albacete se encuentra dentro del ranking de las ciudades más sostenibles del país, en concreto, entre las mejores ciudades pequeñas en sostenibilidad o ciudades de la España interior, junto a Burgos, Huesca, Logroño y León. Una calificación que se desprende del informe realizado por el Observatorio de la Sostenibilidad y AIS Group.
Dicho informe realiza una radiografía de las 52 capitales de provincia españolas utilizando 59 indicadores distribuidos en 26 temas y cuatro grandes bloques: económico, social, ambiental y transparencia y cooperación, siendo los indicadores utilizados los consistentes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana.
El objetivo de este examen es detectar cuales son las principales fortalezas en algunas ciudades con el fin de que puedan servir de acicate para el resto de capitales, ya que, “las ciudades son claves en avanzar hacia la sostenibilidad del conjunto del país de diferentes modos como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la biodiversidad, reducir las desigualdades, avanzar hacia el pelo empleo o disminuir los residuos”, dice el estudio.
Grandes retos
Los grandes retos de las capitales de provincia se dividen en dos apartados que son, por una parte, el ambiental, que “sigue sin solucionarse”, y que se aprecia en la calidad del aire, tanto por tráfico como por industrias; la falta de reducción y gestión adecuada de residuos, el ruido, la mala gestión de la biodiversidad en parques públicos, las elevadas emisiones de gases de efecto invernadero o la falta de espacios verdes en muchas ciudades.
Elevada también es la desigualdad en ingresos y consumo, indica el informe del Observatorio de la Sostenibilidad, con pobreza infantil, deficiente alimentación, desempleo y trabajo precario unidos a elevados precios de alquiler y adquisición que dificultan “enormemente” el acceso a la vivienda. Además, existen ciudades en las que se continúan percibiendo problemas para conciliar la vida profesional y personal por el tiempo consumido en desplazamientos por congestión de tráfico y ausencia de alternativas, a lo que habría que sumarle los elevados precios del transporte público.
Por otra parte, el documento hace constar la “falta de información en muchos sectores para poder hacer una evaluación de la sostenibilidad”, refiriéndose a datos de desigualdad, despilfarro de alimentos, alimentación ecológica y emisiones de gases efecto invernadero, entre otros ejemplos. De las ciudades caracterizadas con mayor sostenibilidad destaca que son ciudades que apostaron por la sostenibiliad hace ya décadas y que son recompensadas por el desarrollo de políticas a largo plazo en temas como la biodiversidad o la inclusión, que tienen que ver más con proyectos de la sociedad que han sido respetados por los gobiernos municipales.
En conjunto, España se encuentra en la posición ocho de la Unión Europea en la evaluación del ODS 11, y todavía se enfrenta a retos como el demográfico, la emigración o el cambio climático por lo que “es importante planificar y proyectar para estos escenarios, aumentando la resiliencia desde todos los campos como la creación de infraestructuras “críticas” a fomentar la cohesión social o el diseño de actuaciones basadas en la naturaleza.
