/Sandra Manzanares/
Los albaceteños con alergias al polen de cipreses y arizónicas se encuentran en riesgo “elevado” debido a los niveles altos registrados en todas las estaciones de muestreo de Castilla-La Mancha. Además, y con niveles bajos, se ha comenzado a registrar polen de gramíneas y ortigas y parietarias, y es que, pesar de que la primavera todavía no ha llegado, muchas personas ya sufren los síntomas de las alergias desde los primeros meses del año: la llamada polinosis de invierno.
Irritación de ojos, alteración en las mucosas, asma, presión en el pecho, reacciones cutáneas, estornudos o carraspeos son algunas de las características de la polinosis, reacción provocada por la inhalación de pólenes, que suelen aparecer cuando nuestro organismo registra años de contacto con los pólenes, cuyo rechazo por parte del sistema inmunológico aparece tiempo después. Síntomas realmente molestos que varían en función de los alérgenos y de los alérgicos.
Los alérgicos al ciprés están en riesgo de padecer algunos de estos síntomas, pues la concentración media de los últimos días en Albacete llega hasta los 56 granos por metro cúbico. Y aunque éste no es el dato más alto de las últimas semanas, como se puede apreciar en la gráfica siguiente, lo cierto es que en los últimos años se ha disparado el volumen de polen de ciprés, lo que se debe, entre otras cuestiones, a los inviernos suaves que propician el aumento de pólenes y a la contaminación. Por ello, es importante distinguir los síntomas de un resfriado común y ponerles remedio.
Consecuencias que se confunden con los resfriados del invierno, y es que, nuestra ciudad constituye una zona en la que se dan muchos pólenes, lo que puede provocar que las personas con alergias a diferentes elementos puedan convivir con molestias desde finales de invierno hasta finales de septiembre, teniendo un breve descanso en la época estival. Los microscópicos granos que producen las gramíneas son la principal causa de alergias, seguido del olivo, el ciprés, la salsola, por la proximidad con levante que tiene Albacete, y el polen del falso plátano, que aglutina casi el 40% de la población alérgica.
La polinización de estas plantas provoca un periodo de alergias prolongado para los albaceteños, que va en aumento, pues cada vez se descubren más pólenes que originan problemas de tipo alérgico duplicándose en los últimos diez años la cifra de afectados. Y es que, 3 de cada 10 personas son alérgicas, y de ellas, la mitad lo es a pólenes. Con el objetivo de prevenir los episodios alérgicos de la población a través de información real sobre las concentraciones de polen, Castilla-La Mancha cuenta con un espacio web dedicado a la información de los niveles de polen y esporas en la atmósfera de las cinco capitales de provincia: https://www.polencastillalamancha.com .
Los alérgicos expuestos a zonas de elevada intensidad polínica han de tener en cuenta que pueden protegerse con mascarillas evitando que los granos de polen entren en las vías respiratorias y reduciendo así el uso de medicación de rescate. Además, se recomienda no bajar las ventanillas del coche ni dejar abiertas las mismas durante demasiado tiempo en las viviendas, así como la colocación de filtros antipolen en el aire acondicionado, dosificar las salidas al campo o usar gafas de sol, entre otras medidas que han de ser controladas por un especialista por lo que, ante cualquier síntoma se recomienda a los afectados acudir a consulta para evaluar el alcance de la alergia y su posible tratamiento. Y es que, las alergias a pólenes, si bien es cierto que no tienen porqué ser graves, sí que pueden llegar a ser bastante molestas, por lo que es conveniente controlarlas.