En esta última jornada de la primera fase el Albacete Basket se enfrentaba a un C.B. Villarrobledo que se encontraba en la cuarta posición de la clasificación de LEB Plata en el grupo Este, partido que al principio pareció decantarse fácilmente del lado visitante, pero que acabó con un resultado final de 80-74 para los de la capital.
Desde el primer cuarto, el equipo visitante empezó acertado en cuanto a anotación, lo que le permitió mantener una distancia de 10-12 puntos durante casi todo el partido. El acierto desde la línea de 3 fue uno de los factores clave en la primera mitad con el que marcó su superioridad el equipo de Manuel Jiménez. Aun así, el Albacete Basket supo defender las penetraciones y dominar el rebote, tanto ofensivo como defensivo, lo que compensó la baja anotación.
En el primer cuarto se pudo ver una clara ventaja del equipo rival con un marcador de 14-26, mientras que en el segundo cuarto un parcial de 16-14 ponía el marcador 30-40 al descanso, donde por parte de el Albacete Basket, las penetraciones y el juego interior les mantenía en el partido.
En el tercer cuarto llegó la remontada de la mano y el acierto de Álvaro Picazo, el que con tres triples seguidos en apenas 1 minuto de partido consiguió que el equipo verde se acercara a 6 puntos del rival. Esto sirvió para motivar al equipo de Alfredo Gálvez, que estaba muy intenso y se puso al nivel de C.B. Villarrobledo para pelearle el partido. Así se conseguía remontar el partido y dejar un resultado de 53-58 para comenzar el último cuarto donde estaba todo por decidir.
En el último cuarto, C.B. Villarrobledo empezó a cometer errores mientras que los jugadores del Albacete Basket continuaban intensos y el equipo mantenía una buena comunicación tanto en defensa como en ataque. Con la grada sin parar de animar y los jugadores en su momento de esplendor acabó el partido consiguiendo finalmente remontar, y quedándose otra victoria en casa con un resultado de 80-74.
Destacar por parte del Albacete Basket una vez más a Marcus Van que acabó en dobles dígitos en puntos y rebotes, la lucha y calidad de hombres como Patrick Onwenu o Kevin Zabo acertados en el tiro y la excelente dirección de juego de Pablo Córdoba y Álvaro Sanz. Mención especial para el capitán Álvaro Picazo, que con el acierto desde el triple y su descaro consiguió cambiar el rumbo del partido.
