Investigadores afirman en Castilla-La Mancha que la obesidad multiplica por cuatro el riesgo de padecer cáncer de hígado

Las personas obesas tienen cuatro veces más probabilidades de padecer cáncer hepático, pues acumulan más grasa en las células, lo que provoca que éstas manden señales inadecuadas al hígado, al cerebro y al corazón.

Así lo ha sostenido este lunes la investigadora del Centro Nacional de Investigadores Cardiovasculares Guadalupe Sabio, antes de pronunciar la conferencia ‘Lo que la grasa esconde’ en el campus de la toledana Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

Sabio ha dado conocer los trabajos que realiza en su laboratorio, en el que tres investigadoras están examinando las causas de la obesidad, su relación con enfermedades como el cáncer o la diabetes y las medidas para prevenirla.

Ha diferenciado entre la grasa ingerida (lípidos) y el tejido adiposo (células que en su interior tienen grasa) y ha subrayado que éste último desempeña mejor su función “si no se llena de grasa”.

Y es que la posibilidad de que los que acumulan grasa en exceso puedan padecer cáncer de hígado es cuatro veces mayor respecto a los que no sufren obesidad, ha explicado la investigadora, quien ha aclarado que la grasa o tejido adiposo es un órgano endocrino del cuerpo humano que determina el apetito y la temperatura del organismo.

A este respecto, esta doctora en Bioquímica ha recalcado que si uno come por encima de lo que debe, ese tejido adiposo se hace más grande y “se estiran las células”, con lo que albergan más grasa, algo que ocasiona que éstas “respondan mal y manden señales no adecuadas” al cerebro, al hígado y al corazón.

Por contra, cuando el tejido adiposo funciona bien, ha declarado, secreta determinadas adopoquinas, que juegan un papel esencial en la regulación del nivel de grasas, y eso provoca que los órganos respondan mejor.

Para mantener unos niveles adecuados de grasa en el organismo, Guadalupe Sabio ha abogado por los alimentos naturales preparados en casa como alternativa a la comida procesada, ya que ésta contiene “grasas escondidas”, y por una dieta equilibrada y sin excesos.

En ese sentido, ha agregado que las personas con obesidad tienen menos capacidad de activar la grasa parda, que regula la temperatura corporal y se acumula en el cuello y en la columna.

“Si no la activas, todo lo que comes lo engordas. Ese efecto de no poder activar la grasa parda dificulta la pérdida de peso. Una vez que eres obeso, tu cerebro tiende a controlar que tú tengas hambre para mantener el peso corporal”, ha justificado Sabio, quien se ha mostrado contraria a técnicas quirúrgicas como la liposucción al conllevar una eliminación de grasa, es decir, de células del organismo.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
Botón volver arriba