El calvario que vive un castellano-manchego con Bankia

/Lidia Rodríguez/

Una de las historias que recoge la Plataforma de Afectados por las Hipotecas de Ciudad Real es la de Gregorio Carretero, de 71 años y natural de Malagón, quien tras avalar a 3 de sus hijos con anterioridad decide volver a hacerlo con el último de ellos, al comprar su vivienda en el año 2008 en Ciudad Real capital.

Cuatro años después comenzó un calvario para esta familia, que siguen llevando consigo hasta la actualidad. Hasta ese momento su hijo había cumplido con regularidad con el pago de 900 euros mensuales por esta hipoteca, pero al estallar la crisis de la burbuja inmobiliaria en 2012 cuando no pudo seguir pagando. Fue en ese momento, cuando al entrar en negociación con Bankia pudieron comprobar que él mismo no aparecía como “avalista” sino como “co-titular” del préstamo. Habían sido “engañados” por una entidad que para ellos siempre había sido de “su confianza”, según explica el propio Gregorio.

En dicha negociación se plantea una dación en pago, es decir, la cancelación de la deuda hipotecaria pendiente si se entrega la vivienda o inmueble puesto en garantía, pese a que el banco se “olvida” de los 4 años anteriores en los que se había pagado regularmente cada mes esta hipoteca. Tal y como explica Gregorio, para hacer dicha dación en pago había que tasar la vivienda. Sin embargo, al hacerla esta supera en 20.000 euros la deuda que tenían, ya que, según detalla a El Confidencial de Ciudad Real, la vivienda la compraron por unos 130.000 euros y la tasación en ese momento resultó ser de unos 150.000 euros aproximadamente.

Ahí es donde comienza el problema. Tras hacer esta primera tasación en febrero de 2015, que “no interesó al banco porque tendría que devolverles 20.000 euros”, se fueron posponiendo los trámites hasta noviembre de ese mismo año, cuando el banco acepta la dación en pago pero con la condición de realizar una nueva tasación, pese a que según la ley la primera tasación que aparece al firmar las escrituras debe perdurar en el tiempo. Esta nueva tasación que realiza el banco resulta estar 67.000 euros por debajo de la deuda.

De esta forma, tras pasar por tres procedimientos legales, su hijo no solo pierde su vivienda sino que aún continúa apareciendo en esta deuda, puesto que según indica Gregorio, al tener 71 años el banco no quiere sacarlo de la deuda porque de esta manera se “respaldan” para que en el caso de que él fallezca, su hijo tendría que seguir pagando el préstamo. Por ello, desde la PAH denuncian que al aparecer todos como prestatarios y no como avalistas, se ha producido un abuso de garantía, ya que no solo “le han quitado la vivienda a su hijo, sino que está en riesgo la suya propia”.

¿Cuál es el siguiente paso?

Según explica Gregorio, el banco viendo esta “imposibilidad” ha titularizado la deuda y la ha pasado a un fondo buitre, un gestor de cobro “que está intentando dejarles en la calle” y no tiene “legitimidad” para comprar su deuda. Por ello, actualmente todo el foco de la deuda está concentrado en la propia vivienda de Gregorio en Malagón, quien desconoce saber “quién es el dueño actual, puesto que esta está en manos de este tipo de fondos y no del banco”.

Razón por lo que no están pagando la deuda porque entienden “que no es una deuda que ellos tienen que afrontar” ya que, consideran haber sido “engañados” y están a la espera de la resolución el próximo mes de marzo de su procedimiento abierto por la Audiencia Provincial. Una situación de incertidumbre la que pasa esta familia, “es una agonía el esperar un día y otro día, sin saber que puede ocurrir”, lamenta Gregorio a nuestro medio.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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