/Hugo Piña/
El incombustible Álvaro Arroyo cumplió en el duelo ante el Sporting de Gijón su partido número 100 con la camiseta del Albacete Balompié. Como uno de los ‘fijos’ en los esquemas de cualquier entrenador, el polivalente defensa madrileño se ha erigido en un ‘seguro’ para la zaga manchega. Tanto en el flanco diestro como en el eje de la zaga, Álvaro se ha convertido en un futbolista que defiende y mantiene los valores de un Alba al que llegó procedente del desempleo balompédico y con el que ha conseguido un ascenso y una permanencia en el fútbol profesional.
Y es que, tras pasar por Rayo Vallecano y Getafe, tras jugar en Primera División y tras ser un deportista de élite, este madrileño no conseguía arribar a ningún proyecto que le satisficiera. Un año en blanco, jugando al fútbol con amigos en El Retiro hasta finalmente ser seducido por un Albacete que acababa de descender a Segunda División B. Un histórico en apuros que acudió al rescate de un Arroyo que tenía ya sobre su mesa una jugosa oferta del extranjero y que a punto estuvo de aceptarla. Finalmente, no lo hizo y el incombustible Arroyo llegó a La Mancha.
Desde aquel debut en partido de liga el 21 de agosto con el Albacete frente al Zamudio, Álvaro ha sido un fijo en los esquemas tanto de José Manuel Aira, como de Enrique Martín y ahora de Luis Miguel Ramis. El defensor ha disputado, como bien decimos, un total de 100 partidos con la camiseta albacetista, sumándose por cierto a un Tomeu Nadal que hace unas semanas también acumulaba semejante y honorífico reconocimiento. Centenario Tomeu y centenario Álvaro, que tras dos temporadas y media en el Carlos Belmonte ha conseguido, desde la ecuanimidad y silencio resaltar la posición defensiva con su presencia en la línea tanto de cuatro como de cinco.
Para comprender un poco el excepcional bagaje de Arroyo, tenemos que afrontar una argumentación de la que solo salen adjetivos positivos y brillantes para este madrileño que, en Albacete, y cuando todo apuntaba a su salida al extranjero tras un año en blanco, lo ha jugado casi todo con el Club que le permitió volver a los campos españoles. Arroyo, entre Copa, Segunda B (donde suma sus dos únicos goles), Play Off de ascenso y Liga 123, tan solo se ha perdido trece partidos desde que llegó al Alba y su presencia en el lateral derecho fue una constante. Y no contento con ello, y ante la necesidad del Club, el veterano jugador se reconvirtió al eje de la defensa este pasado verano, mostrando sus habilidades junto a Caro, Gorosito o Gentiletti cuando se les ha requerido.
Encomiable aportación de un Álvaro Arroyo que desde hace ya tiempo se ha ganado a una afición que admira al madrileño, que presiente su fiabilidad en defensa y que mezclado todo ello conforman una simbiosis positiva para el Alba. Arroyo se ha ganado la renovación a pulso y el madrileño continuará ligado a los del Carlos Belmonte hasta 2021, pese a que numerosos clubes de LaLiga 123 venían llamando a sus puertas.