/Sandra Manzanares/ Fotos: María Esperanza Panduro/
Las figuras de los tres Reyes Magos se dibujaban en los sobres de cientos de niños ilusionados con entregar sus cartas a Sus Majestades de Oriente, lo que han podido hacer en la tarde de este jueves en la Catedral de Albacete, donde se formaban largas colas de personas con sus deseos de cara a la noche más mágica del año.

A las cinco de la tarde, una multitud de pequeños de sonrisas imborrables esperaban para recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar. Con los ojos cada vez más abiertos y con la ilusión aumentando en cada repique de campanas, los niños veían bajar de sus carruajes a los Reyes, que saludaban al ritmo de cornetas.

Puntuales a la cita, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaban al templo albaceteño para adorar al Niño Jesús y recibir personalmente todas las cartas que los pequeños les han entregado, aunque antes atendían a los medios de comunicación, que también esperaban para oír las palabras de Sus Majestades. Melchor afirmaba que “el Señor dará cumplimiento, en la medida que pueda, a las cartas de los niños”, pero también de los adultos, que se las suelen entregar a los pajes, decía.

Para ello, Baltasar confesaba portar un “saco grande” en el que guardar todas las misivas, que ayudarán a leer las Carmelitas Descalzas del Monasterio de Albacete, haciendo suyas en la oración las peticiones de pequeños y mayores que “solo Dios puede cumplir”. Y es que se avecinan días muy intensos para los Reyes, aunque están “muy contentos”, afirmaban.

Aunque el viaje ha sido muy largo, Gaspar resaltaba la accesibilidad de las ciudades, en las que se moverán en coche, transporte “más cómodo que el camello”, aseguraba, añadiendo que este tres de enero estaban en Albacete, “adelantándose” a la noche tan esperada por los pequeños, para que “sepan que venimos desde muy lejos a adorar al Niño Dios y recoger las cartas que se escriben de corazón, pues el mundo necesita alegría”, y combatir así problemas como la injusticia, la delincuencia o la soledad, “haciendo un mundo más justo y mejor”, decía Su Majestad.

Durante dos horas los Reyes Magos han estado atendiendo las peticiones de los más pequeños y también de los adultos, en lo que ha supuesto una “auténtica fiesta de Navidad”, decía el párroco Don Julián Ros, recordando que esta iniciativa pretende rescatar la tradición de la carta a los Reyes, que “ayudan a los niños a adorar y confiar en Dios”. De hecho, los niños, en sus cartas no solo pedían regalos materiales, sino que, como nos decía la pequeña Carla, uno de los deseos de su carta es que “se acaben las guerras”.

Una tarde que ha estado amenizada por el Coro Amigos de María, de la Hospitalidad de Lourdes acompañado del Coro de Chinchilla, además del Coro de la parroquia de San Juan y la Asunción, colaborando también el grupo scout de San Juan sirviendo de pajes. A modo de obsequio, los pequeños han recibido un pin del Niño Jesús, con el que recordar el verdadero significado de la Navidad y sus valores. Este acto, conducido por la presentadora María García, es solo un adelanto de la ilusión y los nervios que los niños albaceteños vivirán en estos días.









































































































































