Hellín, Tobarra y Agramón celebran con una tamborada la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO

/Llanos Esmeralda García/Fotos: Ángel Chacón/

Llegó el día. ¿Quién se podía imaginar que el “racataplá” sonaría en pleno mes de diciembre justo en el mismo lugar donde Miércoles Santo miles de tamborileros ataviados con su túnica y tambor hacer redoblar sus tambores? Y es que este domingo, 9 de diciembre, se celebra el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que otorgaba el pasado día 29 de noviembre el Comité de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, desarrollado en la ciudad de Port Luis (Islas Mauricio), a las tamboradas de Hellín, Agramón y Tobarra junto a los 17 municipios que conformaban esta candidatura del Consorcio Nacional de Pueblos del Tambor y el Bombo en cinco comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía). 

Así, desde las 12:00 horas los tambores han hecho aparición por las calles de Hellín hasta llegar a la Plaza de la Iglesia donde cientos de tamborileros han celebrado este galardón con el fin de mostrar su satisfacción por dicha declaración, abriendo la ciudad con su espectacular tradición al resto del mundo. Desde el Ayuntamiento de Hellín se realizó un bando en el que se autorizaba el toque del tambor de forma ininterrumpida hasta las 18:00 horas de esta tarde. 

Hasta la ciudad se han acercado el delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos quien ha felicitado a los Ayuntamientos de Hellín y Tobarra, y a la pedanía de Agramón, así como a las diferentes Asociaciones de Tamborileros y a las Juntas de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de estos tres municipios albaceteños, participando en sus tamboradas, donde ha trasladando que para el Gobierno del presidente Emiliano García-Page, estas declaraciones son “un nuevo hito social y cultural para la Comunidad Autónoma”. Ha resaltado además Ruiz Santos que “las tamboradas merecían este reconocimiento, tras años de trabajo unido, defendiendo esta tradición arraigada desde hace siglos, en unas manifestaciones identitarias, singulares, de gran dimensión social, con profundos sentimientos de respeto y devoción, conocidas mundialmente, y que son una referencia en la atracción turística y cultural”.

Por su parte, los tamborileros de Agramón se han convocado a la misma hora junto al Monumento al Tamborilero, aunque no se ha señalado hora de finalización. Dicha localidad además pasará a la historia de los pueblos del tambor por acoger las XXXIV Jornadas Nacionales del Tambor y el Bombo, que se celebrarán en Agramón los días 29, 30 y 31 de marzo de 2019, siendo las primeras en las que se incluirá en sus carteles el emblema de la UNESCO, dichas jornadas se presentarán oficialmente en la Oficina de Castilla-La Mancha en Madrid.

Y para los tamborileros de Tobarra la cita ha sido junto al Monumento al Tambor quienes también en cuyo bando municipal la tamborada finalizará a las seis de la tarde. La Asociación de Amigos del Tambor recomendaban “no tocar hasta que la cuenta atrás no comience en los relojes de la avenida, puesto que habrá una cuenta atrás de 6 horas (hasta las 18:00 horas) simulando el cierre del tambor”. En esta localidad, además, se ha realizado una comida popular debido a la “importancia del evento y la repercusión” de la declaración como Patrimonio de la UNESCO. 

Reconocimiento 

Hoy podemos contar con este reconocimiento para las tamboradas, que define la UNESCO como “repiques rituales intensos, prolongados y acompasados de miles de tambores que redoblan repetidamente, tanto de día como de noche, en numerosos espacios públicos de pueblos y ciudades. Todos los años contribuyen a crear un ambiente sonoro, fascinante y cargado de emoción, que suscita en las comunidades sentimientos de identidad y comunión colectivas”. 

Un galardón que destacaban desde la Asociación de Peñas de Tamborileros de Hellín ha sido el resultado de mucho trabajo y esfuerzo de “muchas personas” que desde 2010 se iniciara el expediente en el seno de dicha Asociación de Peñas y el Ayuntamiento, a propuesta del entonces presidente de Castilla-La Mancha, al que con posterioridad se sumaron diferentes pueblos de otras cuatro comunidades autónomas de España. Una declaración que gracias a los apoyos institucionales actuales recibidos por el Congreso de los Diputados, el Senado, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, o la Diputación provincial de Albacete este año ha podido conseguir el máximo galardón de la UNESCO.

‘Las tamboradas, repiques rituales de tambores’, junto con Agramón, Hellín y Tobarra, la conforman Baena (Andalucía); Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Urrea de Gaén (Aragón); Alzira y Álcora (Comunidad Valenciana); y Moratalla y Mula (Murcia).

Unas tamboras que merecían este reconocimiento en el que se une la tradición social más arraigada y una fuerte atracción turística. Además, los tambores de la provincia de Albacete  tendrán un especial protagonismo en el stand de la Junta de Comunidades de la próxima Feria Internacional de Turismo (FITUR 2018).

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