/Sandra Manzanares/
El albaceteño Andrés Iniesta se olvidó de las cámaras en el último programa de ‘Salvados’, dedicado íntegramente al exjugador blaugrana. Iniesta trató con normalidad la depresión que sufrió en uno de los años más exitosos de su carrera, tras conseguir el triplete con el Barça; confesó que estuvo “puteado” con la decisión de Hierro de dejarle en el banquillo en el último partido de La Roja en el Mundial de Rusia y demostró haberse adaptado estupendamente a la cultura japonesa.
Sin duda, uno de los grandes titulares que deja la entrevista de Jordi Évole a Iniesta es que durante un tiempo, el futbolista “deseaba que llegase la noche para poder tomarse una pastilla y descansar”, y es que, para el de Fuentealbilla, que no era la primera vez que hablaba de su depresión en los medios de comunicación, cuando padeces esta enfermedad “no eres tú, te encuentras mal y no sabes por qué”. Un “bucle” en el que el futbolista entró al acabar la temporada 2008-2009 y que se agravó con el fallecimiento de su amigo y compañero de profesión, Dani Jarque.
Iniesta fue consciente de su situación y decidió pedir ayuda. Acudía periódicamente a sesiones con una psicóloga y todo ello lo contaba ante un Évole que le hacía consciente de la importancia de que un personaje como él, mundialmente conocido y admirado, visibilizase sin tapujos los trastornos del estado de ánimo y la salud mental, tan silenciados todavía. En redes sociales, los usuarios agradecían al manchego lo directo que había sido al abordar el tema y una vez más, su humildad, en esta ocasión, al mostrar su lado más “vulnerable” evidenciando que, el fantasma de la depresión puede tocarle a cualquiera.
Barça, Hierro y Mourinho
En una de las primeras secuencias del programa, se ve a un Iniesta tranquilo caminando por las calles de Japón bajo la entusiasta mirada de decenas de personas que inmortalizaban el momento que parecía que nunca iba a llegar, que era ver al ahora jugador del Vissel Kobe, fuera de Barcelona, donde vivió los momentos más felices de su carrera, y que provocó el único instante incómodo de la entrevista, al ser preguntado por lo que pasó en el vestuario del Barça el 1-O y dejando en el aire si Carles Puigdemont llamó ese día al club.
Iniesta, que también decía que “no le gusta que se silben los himnos”, reconoció que la época de Mourinho al frente del Real Madrid provocó los Clásicos más tensos que él recuerda, traspasando los límites de lo deportivo y trasladando “odio” al terreno de juego. Un terreno en el que el albaceteño se mueve como pez en el agua y del que se despidió con la Selección Española de manera amarga, siendo eliminados del Mundial de Rusia y con él como suplente.
“No tenía argumentos para dejarme en el banquillo”, aseguraba Iniesta a Évole, señalando que “no compartía” la decisión que tomó Fernando Hierro como entrenador, pero que tuvo que “aceptar”, aunque estuviera “puteado” por ello. “Lo que mal empieza, mal acaba”, manifestaba Iniesta sobre la destitución de Lopetegui, que desde luego, “no resultó positiva” para la Selección.
El Albacete Balompié no podía faltar en las alusiones deportivas del futbolista, su “primer equipo” desde pequeño y que provocó que “cogiera un berrinche con el Barça en un partido que le metió siete goles al Alba”. Fruto de ello, el jugador entró en un periodo de “confusión” y se hizo del Real Madrid, bromeaba. Una entrevista en la que una vez más el albaceteño mostraba su elegancia, que traspasa el terreno de juego.
Enlace de la entrevista: