/Hugo Piña/
El gran artífice técnico del mejor Albacete Balompié de la historia en Segunda División tiene recursos para todo y así lo está demostrando con una plantilla a la que domingo tras domingo consigue sacarle todo el rédito posible.
Ya hemos visto durante las primeras 15 jornadas de LaLiga 123 como Luis Miguel Ramis no se ‘casa’ con ningún dibujo y que su adaptación a los inconvenientes, tan manidos en el fútbol, es máxima. Pasa del habitual esquema con dos puntas a otro con una sola referencia, juega con dos perfiles que no son futbolistas de corte desequilibrante o alterna en el centro del campo el músculo con la calidad organizativa de Febas.
Todo son buenos argumentos hacia un Ramis que, dicho sea de paso, se está aprovechando a las mil maravillas de la confección de una plantilla de la que Mauro Pérez y su dirección deportiva también tienen ‘algo’ de culpa. Como fuere, los planteamientos y registros de Luis Miguel en Albacete están haciendo denotar la profundidad de una plantilla que tanto con 11 como con 10 sabe formar a imagen y semejanza la teoría de su entrenador.
Por cierto, no fue la primera vez que el Alba jugó con 10 esta temporada, y no fue la primera vez que el equipo sacó el coraje y orgullo necesarios para solventar una situación negativa. Ante el Almería y ante el Elche, el Albacete Balompié jugó con uno menos durante casi todo el desarrollo de sendos duelos. Y en ambos, el equipo, que inicialmente ofrecía unos registros, demostró que sabe mutar cual camaleón y luchar por lo que quiere. Ante los andaluces faltó poco para ganar y ante el Elche se ganó. Los registros y recursos que tiene Ramis en su chistera son un salvoconducto para un Alba que, como indicamos, ya ha obtenido su mejor registro histórico en Segunda.