No hay manera. No consiguen en el Albacete Balompié tener un partido ‘tranquilo’, ni cuando ganan, en lo que al estamento arbitral se refiere. En el duelo de anoche ante el Nàstic de Enrique Martín, el trencilla balear Santiago Varón Aceitón volvió a errar contra los intereses de un equipo, el de Luis Miguel Ramis, que parece, incluso, resignarse ante las decisiones arbitrales que están recibiendo los suyos en este primer parcial de Liga 123.
Y es que, pese a que la dinámica deportiva es notoriamente positiva, siempre queda o quedará cada fin de semana una acción arbitral en la que, curiosamente, el Albacete siempre sale perjudicado. Como indicábamos, la de anoche tuvo el nombre propio de Zozulia, momento en que el delantero ucraniano se zafaba de la zaga rival para marcharse a la portería de Isaac Becerra.
Pero, fue en ese momento cuando el defensor rival Cadamuro golpeó al albacetista Zozulia dentro del área, propinándole varios toques en primera instancia que seguidamente se toparon con las manos del citado guardameta catalán, Becerra a la sazón. La acción, con una falta -dentro del área- previa de Cadamuro y final de Becerra, no fue interpretada ni por el árbitro ni por su asistente principal. La jugada pudo significar la roja para el defensor y una opción clarísima de gol desde los once metros.
El arbitraje de Varón Aceitón no fue sin embargo de los peores que recordarán en el Alba este inicio de temporada, donde la polémica ha estado servida cada domingo con acciones en las que los pupilos de Ramis se han visto notoriamente perjudicados.
