/Hugo Piña/
En el que no fue el mejor partido del Albacete Balompié esta temporada en Liga 123, los de Luis Miguel Ramis consiguieron solventar una nueva batalla futbolística con un pragmatismo casi maniqueo en el Francisco de la Hera. Y es que en un partido en el que se estuvo netamente espeso y en el que se evidenció que tener la posesión no es sinónimo de victoria, el Albacete conformó un encuentro en el que se mostró tremendamente efectivo y resolutivo.
De hecho, cuatro fueron las llegadas con gran peligro al área rival y dos fueron los goles anotados. Un cincuenta por ciento de efectividad en un partido en el que no hubo juego por dentro, más allá de las eléctricas acciones puntuales de Febas, ni por fuera con Bela ausente y con Eugeni más centrado en otras tareas. No fue, a la postre, el más brillante de los partidos de un Albacete Balompié que sin embargo dinamitó a su rival con dos acciones cual grande.
En un partido en el que cambió el dibujo habitual de Ramis, el equipo notó cómo la costumbre se hizo pesada y la presencia de dos delanteros también. Y es que el hecho de tener solo a uno condicionó al equipo a los ramalazos de un Febas que por otra parte se divirtió en la mediapunta, congeniando de manera aislada en algunas acciones en las que el ilerdense demostró su indudable calidad.
De hecho, de las botas de Aleix Febas llegaron tres de las mejores oportunidades de gol de un Albacete que pese a todo se mostró notablemente espeso en casi todas sus líneas. Con todo y con ello, el equipo bregó, luchó y se llevó un partido que no pasará a la historia pero del que sí pasarán los puntos al casillero manchego.