/Marta López/
Concienciar sobre la necesidad de ser donantes de órganos se ha convertido en una de las prioridades de Conchi Rovira. Su mundo se puso patas arriba con la llegada de su hija Ruth Fernández, quien con tan solo 11 meses de vida necesita un trasplante multivisceral urgente.
“Todos los órganos que necesita son del aparato digestivo” explica Conchi Rovira, y es que desde el nacimiento de Ruth “pasamos más tiempo en el hospital que en casa” apunta. Las largas estancias hospitalarias de la pequeña se deben a las “numerosas infecciones” que padece.
Ruth fue trasladada al madrileño Hospital de La Paz desde la unidad de neonatos de Albacete. En Madrid su estancia se ha prolongado durante meses, y finalmente regresará al Hospital General Universitario de Albacete en unos días.
Esta pequeña albaceteña está incluida en la lista de trasplantes, pero su madre asegura que “la espera es una agonía”. Y es que, “es necesario un donante que tenga el mismo peso que ella” subraya esta madre, lo que complica más el proceso de donación.
La pequeña albaceteña necesita una bomba y nutrición parenteral, además de numerosos cuidados especiales que hacen “estar pendiente de ella las 24 horas del día”, subraya Conchi Rovira. Su delicado estado de salud y las largas estancias hospitalarias han mermado la masa muscular de Ruth, “no tiene la movilidad de una niña de su edad”, explica su madre.
Y es que uno de sus objetivos es “concienciar a la gente para que done, porque como ella hay muchos niños también que necesitan este tipo de trasplantes”, y la esperanza de vida de estos pequeños depende de la solidaridad de los donantes.