/Hugo Piña/
El Albacete ha cosechado dos derrotas consecutivas y su entrenador quiere reordenar ideas. Y en base a eso, la mejor solución pasará por la formalización de hasta dos entrenamientos en la Ciudad Deportiva ‘Andrés Iniesta’ a puerta cerrada.
No quiere Luis Miguel Ramis miradas indiscretas como tampoco quiere ‘ruido’ a su alrededor ni de los propios jugadores tras dos pinchazos en los que el Albacete ha caído por tan solo un gol de distancia. Ni Oviedo ni Málaga fueron mejores durante todo el partido y eso ha hecho condicionar una semana previa del regreso al Carlos Belmonte en la que habrá hasta dos sesiones de trabajo a puerta cerrada, sin aficionados ni medios de comunicación que cuenten lo que habitualmente sucede.
Se deduce de dicha medida ‘temporal’ que tanto Luis Miguel Ramis como el cuerpo técnico del Albacete Balompié buscarán blindarse de cara a un partido en el que los tres puntos sí son una obligación más que moral. En Oviedo y Málaga se podían dar otros resultados, pero ante el Almería y ante la afición albacetista, el triunfo es innegociable de inicio. Por ello, las herramientas tácticas y la tranquilidad para la práctica de estas es un hecho del que Ramis volverá a ejercer su derecho.
Las sesiones a puerta abierta serán las del martes, miércoles y viernes, todas ellas en la hora y el lugar habitual de cara a un partido en el que el rival del Alba, los almerienses de Fran Fernández contarán con una desventaja, ya que no será hasta el próximo viernes cuando, y tras la disputa del partido de Copa del Rey ante el Reus, puedan comenzar a pensar en su visita al Belmonte. Serán por tanto dos sesiones en las que el Almería de Fernández tenga para preparar el encuentro de la décima jornada, mientras que Ramis y su Albacete disponga de varios escenarios, así como de hasta dos sesiones ‘blindadas’ y lejos de los focos mediáticos.
