/Marta López/Fotos cedidas por Ismael Olivas/
La danza continúa dando alegrías a Albacete y es que el joven bailarín Ismael Olivas, con tan solo 17 años, cruzará el Océano Atlántico para unirse al prestigioso Washington Ballet. Una historia de trabajo, tesón, esfuerzo y amor por este arte.
Un sueño que siempre ha estado presente en este precoz bailarín albaceteño, quien confiesa a El Digital de Albacete que su primer contacto con el mundo de la danza fuer a través de unas “clases de baile moderno en el Colegio Compañía de María”. Tras descubrir que la danza era su verdadera pasión, Ismael Olivas ha cursado ya casi 10 años de danza clásica y se encuentra actualmente en sexto de profesional en el Conservatorio Profesional de Danza ‘José Antonio Ruíz’ de Albacete.
Un “día a día muy duro y que lleva mucho esfuerzo”, reconoce el bailarín. Sin embargo, la carga se aligera si se comparte con compañeros y profesores, y es que “merecen la pena todas las risas y los buenos momentos que hemos pasado tanto en las clases como en los escenarios”, explica Olivas.
Una formación continua que no descansa los meses de verano, y es que, aprovechando las vacaciones estivales, estas jóvenes promesas de la danza tienen la oportunidad de participar en distinguidos cursillos de verano. Unas enseñanzas que están al alcance de muy pocos, pues “hay que pasar un casting que se puede hacer mediante una audición o mandando un vídeo”, subraya Ismael Olivas.
En este tipo de formación complementaria participan bailarines de todas las partes del mundo, incluso “profesores de Washington o Londres se desplazan para impartir clases”, indica Olivas. Precisamente, fue en uno de estos cursillos de verano, celebrado en Barcelona, donde la actual directora del Washington Ballet, Xiomara Reyes, reparó en las condiciones y el potencial del bailarín albaceteño.
Tres semanas de duro trabajo, que tenían como recompensa el poder actuar en el Gran Teatro Liceo de Barcelona y que además, han supuesto el ingreso de Ismael Olivas en la Escuela del Washington Ballet, donde irá a cursar sus estudios totalmente becado.
Un trabajo de formación necesario que durará entre uno y dos años, y con el que “podré entrar a formar parte de la compañía”, explica el bailarín a El Digital de Albacete. Su estancia en Estados Unidos servirá a Ismael Olivas para adquirir la formación necesaria para superar el sexto curso de profesional que le queda para terminar sus estudios de danza clásica.
Un mundo el de la danza, que continúa muy estereotipado, ya que como apunta Ismael Olivas aún hoy “la gente sigue cuestionando que un niño pequeño decida bailar”. “Tenemos que dar gracias porque la sociedad va evolucionando y cada vez se va viendo más normal que un chico baile, pero aún queda mucho trabajo por hacer”, subraya este joven bailarín.
La danza requiere de una formación completa, en la que se incluyen asignaturas teóricas como Historia de la danza, Anatomía o Pedagogía, a las que hay que unir el enorme esfuerzo físico que realizan estos jóvenes y la compaginación de este sueño con sus respectivos cursos académicos. “Es bastante duro, pero lo más importante es la organización, porque hay tiempo para todo”, confiesa Ismael Olivas, quien añade que “aunque te quieras dedicar a la danza también tienes que tener una formación académica básica”.
Además, este joven bailarín albaceteño atesora una gran imaginación, que le ha hecho crear su propia compañía musical, ‘Tuercas y Tornillos’ con la que ha llevado a los escenarios de Albacete una adaptación musical de ‘Charlie y la Fábrica de Chocolate’ y una creación propia bautizada como ‘Dancing Dreams’. Esta modesta compañía está integrada por jóvenes que compaginan sus estudios con este tipo de actividades musicales, además todas sus actuaciones comparten un fin benéfico y solidario al que va destinado la recaudación de las localidades.
Tan solo unos centímetros de altura separaron a Ismael Olivas de poder ser el nuevo Billy Elliot. “Cuando me presenté a las pruebas a para este musical aún era pequeñito, y en el verano, justo antes de los castings finales, pegué el estirón y por mi altura no pude representar el papel de Billy”, relata el bailarín albaceteño.
Al contrario que la familia del protagonista de Billy Elliot, Ismael Olivas ha encontrado en ellos un verdadero apoyo y refugio, porque tiene claro que sin ellos alcanzar este sueño habría sido imposible. “Si no te apoya tu familia es muy difícil que estos estudios tan sacrificados puedas sacarlos a delante, y es una cosa que tengo que agradecer”, declara el bailarín.
Ismael Olivas está viviendo una auténtica montaña rusa de sentimientos, y es que en poco tiempo su vida dará un giro de 360º. “Son muchos sentimientos encontrados, pero tanto mi familia como yo sabíamos que este momento iba a llegar, porque los bailarines en España tienen cada vez más oportunidades, pero no demasiadas”, apunta el albaceteño.
Un sueño que “se va cumpliendo día a día”, y que ahora acerca a Ismael Olivas hasta Washington, sin duda un paso más para disfrutar de su pasión y llevar de nuevo a la élite del mundo de la danza el nombre de Albacete.
¡¡¡Felicitaciones por tantas ganas y esfuerzo!!! Un artista nato en toda regla; que los caminos que vengan sean más que gratificantes. ???