/Nacho López/
Este viernes estaba marcado en rojo en el calendario de Sandra Albaladejo, una albaceteña que quiso sorprender a su pareja con un regalo inolvidable de cumpleaños y después de lo sucedido, desgraciadamente nunca olvidarán el día que pisaron sus ilusiones de poder disfrutar en directo de la música de Bono y su banda. Adquirió las entradas por internet a un particular a través de un conocido portal de compra venta entre usuarios y al llegar el momento de entrar, el mensaje “entrada ya usada” echó por tierra el que creían sería uno de los mejores días de su vida.
Sandra relata a El Digital de Albacete que “cuando las entradas oficiales salieron a la venta fue imposible comprarlas por la gran avalancha de peticiones que hubo”, pero un día del mes de julio la suerte pareció haberse cruzado en su camino y “encontré un chico de Cuenca que decía vender dos entradas para ese concierto porque por motivos personales no podía asistir”.
A raíz de ahí y con los nervios y la ilusión que suponía para Sandra haber encontrado “el regalo perfecto de cumpleaños” para su pareja, comenzó una conversación vía whatsapp con el supuesto vendedor y como ella misma afirma a nuestro micrófono, “el presunto estafador se ganó la confianza porque siempre era muy claro y rápidamente mandó todos los datos que le requerí para fiarme de él; incluso me mandó una foto en la que sale él mismo en primer plano sujetando su DNI”, argumenta.
Confiando en que todo saldría perfecto, Sandra aceptó las condiciones económicas que establecía el vendedor y pagó 135 euros por cada una de las entradas; localidades que en taquilla habrían costado en torno a los 80 euros cada uno de los tickets. Tras el pago, la albaceteña presuntamente estafada recibió esto en su correo electrónico:
Con las entradas ya en el bolsillo en el mes de julio, todo parecía perfecto y solo quedaba preparar el viaje a Madrid durante el verano. Tras muchas noches donde el concierto fue el protagonista de sus sueño, llegó el 21 de septiembre y con él, el momento de presenciar en directo a los irlandeses de U2. Pero el destino y un desalmado, estaban a punto de jugarles una mala pasada.
A un milímetro de la línea que separa el sí del no, a un tubular de la línea de meta, la ‘maquinita’ de la entrada dijo que los tickets ya habían sido usados y ahí comenzó el calvario de esta albaceteña que afirma haber vivido uno de los peores momentos de su vida debido a la “impotencia, a la rabia y al hecho de que hayan jugado con las ilusiones de la gente”. De ahí, del WiZink Centre madrileño, Sandra y su pareja se fueron rápidamente a una comisaría de la Policía Nacional a interponer la pertinente denuncia tras haber sido presuntamente “estafados”.
Fue precisamente en la comisaría donde ambos se dieron cuenta que “no habíamos sido los únicos” ya que mientras estaban tramitando el papeleo policial “comenzó a llegar gente denunciando exactamente lo mismo, el mismo ‘modus operandi’, portando la misma entrada y, obviamente, culpando a la misma persona”. Tras los hechos, fue la propia Policía Nacional la que instó a los presuntos afectados a “denunciar todos de manera conjunta y bajo el mismo número de diligencia”, según manifiesta Sandra a El Digital de Albacete.
“Por Facebook nos hemos reunido ya 55 afectados, cada uno habiendo comprado dos entradas, y hay gente de toda España”. País Vasco, Andalucía, Asturias… hasta ahí han llegado los tentáculos presuntamente timadores de este joven de Cuenca que según nos indica esta albaceteña, habría estafado presuntamente “en torno a los 20.000 euros; ya que no a todos los afectados nos la vendió al mismo precio”.
Respecto al ‘modus operandi’, Sandra cuenta a El Digital de Albacete que “dos entradas sí fueron verdaderas, es decir, las dos primeras personas que llegaron con esa entrada sí que pasaron al concierto de manera correcta y cuando llegamos los que teníamos las entradas clonadas… nos pasó lo que nos pasó”.
Sandra pide que si alguno de los afectados se entera por estas líneas de la existencia de una “denuncia colectiva bajo el mismo número de diligencia”, que se una a ellos denunciando y que en su localidad de origen “denuncie los hechos bajo ese mismo número para poder tener más fuerza”.
Mientras los sueños de esta albaceteña, su pareja y un centenar más de afectados se desvanecían en pedazos y la impotencia, las lágrimas y la desesperación se apoderaban de ellos, Bono y su banda deleitaban a miles de espectadores con sus temas más recientes y por supuesto con sus clásicos, algo indispensable cuando U2 se sube a un escenario.
Por desgracia y por la falta de moral de una persona, nuestros protagonistas, no pudieron decir este viernes aquello de ‘It`s a beautiful day’.