Carretero brilla en el “petardazo” de Domingo Hernández

/Nacho López/ Fotos: Javi Romero/

El de Hellín ha sido este sábado profeta en su tierra abriendo de par en par la puerta grande de la Plaza de Toros de Albacete tras desorejar a un ejemplar de Garcigrande que fue el mejor astado del festejo. Castella y Manzanares no tuvieron suerte con sus oponentes y se fueron de Albacete sin tocar pelo.

Turno este sábado de la octava de abono en la Plaza de Toros de Albacete y turno para las figuras Castella y Manzanares y para el hellinero y recién alternativado Diego Carretero.

Los toros fueron de Domingo Hernández-Garcigrande y abrió plaza ‘Raspón’, que dejó 580 kilos de peso a su paso por la báscula, mostró capa colorada, estaba herrado con el 19 en los costados y había nacido en abril de 2014.

De grana y oro recibió Castella con el capote al de Domingo Hernández tras vivir ayer en Guadalajara las dos caras del toreo, dejándose un toro vivo tras escuchar los tres avisos y abriendo la puerta grande en el segundo de su lote.

Cornidelantero, muy alto, ancho de sienes y de embestida un tanto brusca, ‘Raspón’ mostró frialdad de salida y ya evidenció un punto de mansedumbre y cierta carencia de fuerza a pesar de la grandona caja que mostraba.

Brindó Castella a una leyenda de la tauromaquia como Don Pablo Lozano, que además fue su apoderado, y se fue a por Raspon para comenzar la faena de muleta.

Descastado y sin emoción, transmitió muy poco el de Domingo Hernández y obligó a esforzarse un tanto más a Castella, que tuvo que hacerlo todo muy torero y a media altura para que el toro no protestara y la faena calara en los tendidos.

Con la mano izquierda vinieron los mejores y más bellos lances de la faena de Sebastián Castella, alargando mucho más la embestida el animal que cuando lo hacía por la derecha.

Entendió bien el diestro francés al cornúpeta y no lo obligó demasiado nunca, sacándole en línea recta todo lo que tenía el noble pero manso de Domingo Hernández.

Estuvo muy metido el de Béziers, poniendo mucho de él buscando la colaboración del toro y no dio un paso atrás a pesar de las bruscas y rebrincadas embestidas.

No sonó la música durante la faena de Castella, demostrando una vez más el director de la banda titular de la Plaza de Toros de Albacete que de música sabrá mucho, no lo ponemos en duda, pero de toros…

Dio por concluida Castella la faena al mínimo atisbo de haberse rajado el toro y lo buscó en la suerte natural, haciendo presa a la tercera y teniendo que usar el descabello en otras tantas ocasiones para mandar el toro al desolladero.

Sonaron dos avisos y los fantasmas de Guadalajara se aparecieron ante Sebastián Castella quien gritó ¡No puede ser! ¡No puede ser! y que respiró aliviado cuando dobló el torno casi sobre la campana.

Hubo algunos pitos en el arrastre para el de Domingo Hernández y silencio para Sebastián Castella tras el mismo.

SEGUNDO TORO

‘Fantástico’ fue el segundo de la tarde, primero de un José María Manzanares que se presentó en Albacete con un precioso vestido grosella y oro decorado con un elegante bordado floral en la propia tela.

En lo que al astado se refiere, mostró capa colorada ojo de perdiz, pesó 568 kilos, estuvo herrado con el 102 en los costados, había nacido en marzo de 2014 y pertenecía a la ganadería de Domingo Hernández.

De pitones acucharados, mostró una cara agradable para el torero y mostró movilidad desde que fue recibido por Manzanares con el capote a pies juntos con verónicas cortas casi delantales.

Hubo mimo a raudales para el toro en todos los tercios, pidiendo en varias ocasiones el diestro de Alicante a sus subalternos que no atosigaran al animal para que llegara lo más fresco posible y en las mejores condiciones a la faena de muleta.

No hubo brindis por parte de José María Manzanares, que comenzó doblándose por abajo con su estética tan personal, diferente a la de cualquier torero, para dar horma al humillador pero manso segundo de la tarde.

Más pendiente del torero que de la muleta, con el peligro que ello conlleva, hubo Manzanares de aguantarlo mucho al astado buscando que rompiera y permitiera lidiar con ligazón, y aunque consiguió sacar lo poco bueno que llevaba en la sangre el morlaco, no hubo transmisión y belleza en lo que hubo en el ruedo. Mandó de una certera estocada al de Domingo Hernández y aunque hubo petición de oreja, no fue considerada por Joaquín Coy como mayoritaria y Manzanares se quedó sin trofeo, recibiendo el cariño de los tendidos en forma de una cerrada ovación.

TERCER TORO

Debutaba como torero en Albacete Diego Carretero tras haber tomado la alternativa en Alicante el pasado mes de junio y lo hizo dando lidia a ‘Aparejo’, de la ganadería de Garcigrande, herrado con el 89 en los costados, de capa negra listona, nacido en noviembre de 2013, cornidelantero, ancho de sienes y de 526 kilos de peso.

Salió Carretero decidido a triunfar en su tierra y recibió al astado con una larga cambiada de rodillas, alargando el número de lances posteriormente hasta dejar una tanda con el capote al más puro estilo del antiguo Manolo Vázquez y poniendo al público en pie en los tendidos.

Estuvieron fantásticos en banderillas Juan Carlos Ruiz e Iván García, desmonterándose ambos para recibir el aplauso del público antes de que Diego Carretero, de blanco y oro, como tomó la alternativa, brindara desde los medios al respetable.

Comenzó Carretero con ayudados por alto delante de los terrenos del 2 aguantando las bruscas embestidas del de Garcigrande al mismo tiempo que derrochaba ilusión cada vez que el toro tomaba los engaños.

Con pausa, torería y criterio lidió el de Hellín a ‘Aparejo’, conectando muy rápido con un público ávido de buen torero entregando las suertes.

Mandó Carretero sobre el astado y le ligó con gustos muletazos de muchos quilates, denotando en ciertos momentos algo de falta de oficio al ser la segunda corrida de toros de su vida, pero con un gusto y un halo torero que puso en pie a los tendidos al mismo tiempo que les hizo vibrar cuando tomó la franela con la mano izquierda.

Volvió a la derecha el hellinero y se mantuvo su buen hacer con los trapos, aguantando con valor y denotando imaginación y ‘gracia sevillana’ al tiempo que el toro se movía al son de su franela.

Se tiró a matar el torero sabiendo que le iba la vida en ello y clavó hasta los gavilanes, rodando el toro sin puntilla y poblándose de pañuelos los tendidos de manera casi inmediata. Hubo una abrumadora mayoría en la petición y la presidencia se rindió a la evidencia, concediendo los máximos trofeos a Diego Carretero asegurando este tras su primer oponente su salida por la puerta grande de la Plaza de Toros de Albacete. La calidad del astado fue reconocido por el público de Albacete con un fuerte aplauso durante el arrastre.

CUARTO TORO

Tras la merienda llegó el turno de nuevo de Castella y ‘Emigrante’, de la ganadería de Domingo Hernández, herrado con el 39 en los costillares, nacido en enero de 2014, de capa negra y de 494 kilos de peso, saltó al ruedo acompañado de algunos pitos por su justita presentación para la Plaza de Toros de Albacete.

Pasaron sin pena ni gloria los tercios de varas y banderillas, pero Castella no quería irse de vacío y brindó al público para en los medios, con los pies muy juntos y pegados con engrudo al piso, comenzar la faena con cambiados por la espalda aguantando la embestida del astado arrancando desde el burladero.

Repetía y repetía ‘Emigrante’ y le bajó las revoluciones Sebastián Castella con la muleta, acompasando muy bien los lances con la muleta a la velocidad del toro y haciéndolo todo por abajo.

Citaba Castella en corto y por derecho, dejando una interesante faena, en relación a lo que tenía delante, que no fue apreciada en un principio en su esplendor por el público.

Le faltó emoción en la embestida al de Domingo Hernández y no hubo series redondas, protestando la muleta, yendo bruto y denotando falta de calidad y bravura.

No terminó de rematarse la faena por la irregularidad en el comportamiento del morlaco y buscó Castella el estoque de acero, haciendo presa al segundo intento mandando a su oponente al desolladero tras una aciaga tarde con los aceros del torero francés. Hubo división de opiniones para el torero y silencio para el toro en el arrastre.

QUINTO TORO

‘Cazafortunas’ fue el quinto de la tarde. Nacido en diciembre de 2013, herrado con el 80 en los costados, de capa negra, tocado arriba de pitones, algo escurrido de atrás y de 519 kilos de peso, el de Domingo Hernández no tomó el capote de Manzanares y se mostró trotón en varas hasta que Pedro Morales ‘Chocolate’ le dio puya antes de ser descabalgado y vivir contra las tablas momentos complicados.

No hubo brindis por parte de Manzanares, comenzando la faena de muleta por abajo en los terrenos del tendido 2 buscando acostumbrar al astado al vuelo de su muleta.

Bruto de embestida no era un toro nada claro, pero Manzanares le abrió los caminos por abajo y siempre le dio la distancia que el de Domingo Hernández requirió.

Soltaba la cara arriba el toro tras cada muletazo, pero Manzanares tragó saliva y aguantó los apretones de ‘Cazafortunas’ para intentar dar ligazón a los pases infringidos al descastado cornúpeta.

Tapando la salida era la única manera de que el toro repitiera en los engaños y así lo hizo Manzanares, toreando en los terrenos que el mansito requería.

Escarbaba y reculaba el animal entre tanda y tanda mientras Manzanares montaba los trastos y la gallina cantó cuando se resguardó en el burladero de toriles, huyendo cada vez más de los engaños e imposibilitando cualquier acción con belleza.

Intentó matar recibiendo al deslucido astado y erró con el acero, haciendo presa al tercer intento y necesitando también varios descabellos para mandarlo al desolladero. Hubo pitos para el toro durante el arrastre y palmas de cariño y reconocimiento profesional a José María Manzanares.

SEXTO TORO

Cerró plaza ‘Extranjero’, de la ganadería de Domingo Hernández, herrado con el número 64 en los costillares, de capa negra, nacido en marzo de 2014 y que dejó 535 kilos a su paso por la báscula.

Los tercios de varas y banderillas pasaron con más pena que gloria y no fue hasta que Carretero tomó la franela cuando la normalidad llegó al albero.

Brindó el de Hellín a uno de sus apoderados y se fue a los terrenos del tendido dos para comenzar la faena de muleta, una faena con la que intentó alargar la embestida del toro doblándose por abajo para ponérselo fácil al toro.

Manejo muy bien les distancias y se colocó de manera excelente siempre, haciendo las cosas muy bien y con la cabeza muy despierta.

Sabía Carretero que Fortes tiene muy complicado estar este domingo en Albacete por problemas de salud y puso toda la carne en el asador para volver de nuevo a Albacete este domingo por la vía de la sustitución, haciendo fácil lo difícil ante un toro que no dio facilidad alguna.

Hizo todo en muy torero Diego Carretero y cuando el astado se rajó y embruteció más de lo que estaba al salir de chiqueros, cambió el estoque simulado por el de acero y se tiró a matar sin importarle nada ni nadie, dejando una honda estocada que hizo doblar al toro nada más encontró este las tablas.

No hubo trofeos para Carretero en el segundo de su lote, pero las dos orejas cortadas en su primero le valieron para abrir la puerta grande de la Plaza de Toros de Albacete y quién sabe si para repetir este domingo por la vía de la sustitución en lugar de Fortes.

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