/Lidia Rodríguez/
La empresa danesa Vestas ha tomado la decisión de prescindir a partir del mes de noviembre de unas 400 personas en su fábrica de palas eólicas de la localidad ciudadrealeña de Daimiel, lo que supone en torno al 40% de toda la plantilla.
Según la compañía, se trata de una suspensión temporal de empleo provocada por la transformación de la factoría, que comenzará a fabricar palas para un aerogenerador más moderno y potente. Vestas ha informado que la actividad de la planta no podrá reanudarse hasta los meses de febrero o marzo del año que viene, porque hasta esas fechas no se habrá concluido el montaje de las líneas de producción para la nueva máquina.
Sin embargo, esta circunstancia ha hecho “saltar la voz de alarma” en trabajadores y representantes sindicales de Daimiel, contratados en su mayoría por la ETT Manpower, que se muestran desconfiados ante esta idea. A esto habría que sumar el cierre de la fábrica leonesa de Villadangos del Páramo donde la dirección de Vestas ha ofrecido a los sindicatos la recolocación de un número indeterminado de trabajadores mientras continúa con la negociación del ERE de extinción de sus casi 400 empleados con los sindicatos.
No obstante, la multinacional de Dinamarca anunció la pasada semana, tras el cierre de esta fábrica y reunirse con la Ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que seguiría invirtiendo en las dos instalaciones que continúan abiertas en España, la de Viveiro en Lugo y la de Daimiel en Ciudad Real.