/Sandra Manzanares/ Fotos: Víctor Fernández/
El repunte de abandono de animales durante el verano en nuestra ciudad ha provocado que la asociación ‘Dejando Huella’ esté desbordada y pida la colaboración de los vecinos de Albacete para dar respuesta a una situación que se ha convertido en una constante. Y es que, son más de 2.000 los animales abandonados cada año en Albacete que necesitan casas de acogida y cuidados.
“El verano son dos meses seguidos de mucha actividad, en los que se acumulan las camadas de gatos con los abandonos de perros del periodo vacacional”, explica Lourdes Huéscar, de ‘Dejando Huella’, añadiendo que los voluntarios que ofrecen su casa para acoger animales también se van de vacaciones, y en muchas ocasiones no pueden llevarse consigo a los animales rescatados. Huéscar recuerda que la asociación no cuenta con albergue, lo que “complica mucho” sus actuaciones y hace que hoy en día se encuentren en un momento crítico.
“No tenemos sitio donde meter tanto animal ni apoyo institucional”, lamenta Huéscar, indicando que actualmente son 50 los animales a su cargo, de los cuales cinco perros precisan de acogida urgente. En este sentido, los miembros de la asociación resaltan que los voluntarios no están obligados a acoger durante un periodo de tiempo concreto, y si en algún momento no pueden continuar con la acogida del animal, ‘Dejando Huella’ volvería a responsabilizarse de los mismos.
La colaboración ciudadana es “fundamental para que podamos seguir salvando animales de la calle”, decía Huéscar, y es que, la falta de recursos y el aumento de abandonos han llegado hasta el punto de que la asociación no pueda prestar más ayuda a los animales que lo necesitan, dedicándose únicamente a cubrir los casos más extremos. Algo que es “muy duro”, indican desde ‘Dejando Huella’, que recibe hasta seis avisos diarios para atender camadas de gatos de la calle.
De hecho, desde el pasado año la asociación está pagando una residencia canina para dos perras que fueron rescatadas en una autovía y que no han sido adoptadas. “La gente teme acoger a canes grandes pensando que no van a estar bien en un piso, pero se adaptan a cualquier espacio”, señala Huéscar, quien remarca que el cariño y la calidad de vida que una familia puede dar a un animal es más importante.
Concienciación social
“El abandono es algo tan común y está tan normalizado que da miedo”, destacan desde la asociación, algo en lo que coincide Marta Guillén, de la protectora ‘Arca de Noé’, quien incide en en que la mayor parte de los abandonos son de perros, y de ellos, perros derivados de la caza, desatendidos al final de la temporada, y también los que se pierden a mitad de ella; a lo que habría que sumarle el periodo que comprende de mayo a septiembre, cuando se da un considerable aumento de felinos abandonados.
Actualmente el ‘Arca de Noé’ acoge en sus instalaciones a 180 perros, y casi una centena de gatos, además de los que “no son sociables” y se encuentran en “semilibertad” viviendo en colonias; además la protectora cuida desde hace un año de tres cerditos vietnamitas, considerados animales domésticos.
Si bien es cierto que cada vez hay más personas concienciadas en el bienestar animal, en su rescate y posteriores cuidados, todavía no es suficiente para erradicar la presencia de animales en las calles. Por ello, las agrupaciones animalistas y protectoras coinciden en que la base es educar a las personas en estos temas, para que, sobre todo, sean conscientes de que sus mascotas son “seres sintientes y también que el abandono y el maltrato son delitos penales”, recuerda Huéscar.
Y es que, “nadie te obliga a tener un animal”, por lo que “si lo tienes, que sea de manera responsable porque ellos no tienen la culpa de nuestros cambios en la vida”, señala Guillén, animando a “adoptar en vez de en comprar”. En el caso de que alguien presenciara un abandono o viera un animal en la calle, los colectivos animalistas piden “no pasar de largo” y dar aviso a la Policía Local para que pase el lector del chip del animal y derive el caso a la protectora con la que tenga el convenio esa localidad. Normativa que solicitan adaptar a la creciente problemática de abandono que existe en Albacete.