José María, el padre coraje albaceteño que no parará hasta recuperar a su hija

/Llanos Esmeralda García/

“Estamos en un proceso judicial en su país, Kirguistán, donde están cometiendo gravísimas irregularidades, pues parece que no existiera garantía jurídica para los extranjeros”, expone José María López a El Digital de Albacete. Y es que este albaceteño lleva desde el pasado 15 de junio de 2012 sin ver a su hija Lucía, fruto del matrimonio que mantuvo con una mujer de Kirguistán. Ese día fue el último en el que la madre le entregó a la niña en cumplimiento del régimen de visitas establecido por el Juzgado de Instrucción nº1 de Albacete, ciudad en la que residían. Fue el 18 de junio cuando José María volvió por Lucía y no supo más “ni de su hija ni de la madre”.

José María ya hacía hincapié a este medio por aquel entonces en que necesitaba para la madre de la niña “una orden de búsqueda y captura internacional” una que aseguraba fue concedida “a medias porque se ordena la orden de búsqueda pero no la de captura. Me negaban que fuera un delito, me decían que ella lo había cometido cuando tenía la custodia de la niña”. Ya en 2013, casi un año después de la desaparición de ambas José María conseguía la custodia de la pequeña, aún sin saber su paradero. 

Apostilla este albaceteño que existe un caso igual que el suyo en Barcelona de hace dos años y al cual “automáticamente el juez dictó la orden de búsqueda y captura internacional, sin embargo en Albacete no me la han querido dar, siendo modos de actuar diferentes para una misma ley”, por lo que expone que en su caso “hay una vulneración del principio de igualdad entre todos los españoles”. Así, explica José María que “los juzgados de Albacete llevan aparentemente inertes dos años desde que empezamos una serie de recursos y peticiones, lo único que nos dicen es que están en la mesa para resolver, pero no sabemos nada más”. 

ARDUO TRABAJO DE LOCALIZACIÓN

El Código Penal establece en el artículo 225 bis “la pena de prisión para el progenitor que sin causa justificada para ello sustrajere a su hijo menor” considerando sustracción, entre otras cuestiones, “cuando el menor sea trasladado fuera de España”, por ello, reclamaba José María a la Justicia que actuara y dictara una orden internacional pero “viendo la falta de ayuda en este sentido por las partes emprendí la búsqueda por mi cuenta y la investigación. Así fue que en 2014 después de dos años buscando por varios países y siguiendo un rastro que ya estaba bastante definido las encuentro a las dos en Kirguistán”.

Un arduo trabajo de dos años que tuvo que hacer este albaceteño por su cuenta “solo contaba con una información policial de Interpol que decía que habían actuado desde Kazajistán a Kirguistán, me confirman su paradero las autorizades kazajas y a raíz de ahí tuve que entrevistarme con vecinos, sacar pistas de todo tipo, viajar a varios países, hacer seguimientos, esperas… Hasta que después de dos años me notifican que se encontraba allí”. A raíz de ubicar a madre e hija en dicho país José María lo notificó a Interpol, a los juzgados, en la policía, “pero Interpol Kirguistán aún lo negaba e incluso los informes nos decían que allí no estaban. Nos estaban negando la evidencia porque yo ya tenía vídeos, fotos de mi hija saliendo a la calle y de la puerta de la casa de su abuela materna. Incluso nos llegaron informes posteriores que nos decían que no estaban allí, al parecer altos mandos tienen relación con esta familia y de esa manera las tapaban”. 

José María a pesar de que ha estado en el mismo país en el que vive su hija asegura que sufre muchos problemas que le hacen seguir sin poder verla “la escondían, la cambiaban de sitio” incluso relata que fue a uno de los procesos en calidad de demandante en el que “la madre fue informada por su abogado y solamente estuvo la representación del letrado”, incluso desgrana que aún yendo con la policía del país “ejerciendo mi derecho a ver a mi hija, como también estipulan las normas y leyes en Kirguistán, no nos abrieron la puerta”, aun así insiste este padre albaceteño que sigue “peleando” hasta ver a su hija.

Un camino hasta encontrarse con su hija “duro, largo y agotador” pero insiste José María en que por suerte hasta este momento el Ministerio de Exteriores “se ha mostrado muy empático y ha puesto mucha energía en la resolución de este caso, especialmente el cónsul en Astana, Kazajistán, ya que ha realizado varios viajes a Kirguistán exigiendo ver a la niña como ciudadana española que es, pero también se está encontrando con muchos problemas porque el Gobierno de Kirguistán no está colaborando con España, a pesar de que hay acuerdos entre países”.

Un hombre al que llegaron a denunciar en el proceso de divorcio y del que salió “absuelto de todo” el único delito que insiste José María que pesa es sobre la madre “uno por revelación de secreto por la que está imputada en el Juzgado número tres y otro por una sustracción de menores en el que se debe de actuar ya y que nos concedan de una vez captura internacional”. Según este padre albaceteño, el hombre es víctima de las decisiones que pueda tomar la mujer “en la época actual en la que vivimos el hombre es el más desprotegido legalmente en estos casos”.

Así, estima José María que se debe de condenar las sustracciones y realizar un control de fronteras exhaustivo cada vez que saquen a un menor. De lo contrario, “tarde o temprano, esta situación perjudica en el crecimiento de los niños y las familias. Pero cuando descubren la verdad, que al final siempre se descubre por otros casos de los que tenemos constancia, acaban rechazando al sustractor porque se dan cuenta de que han vivido una mentira y de que les privaron de su derecho de identidad”.

ASOCIACIÓN

Actualmente José María es el presidente de la Asociación Contra la Sustracción Internacional de Menores (ACSIM), una asociación que nace tras la falta de apoyo de este albaceteño así como de otros afectados quienes creyeron que era necesario unirse para ayudar a otras personas que estuvieran pasando por casos similares  “cuando me quitan a mi hija y me tiro dos años para saber dónde está, para saber tan solo si estaba viva, veo que existe un auténtico despropósito en todo este tema, una dejación total y quise crear junto con otras personas una asociación para que pudiésemos conseguir a través de propuestas y de ideas llegar a los poderes políticos y que solucionasen este tipo de problemas del que nadie se preocupaba excesivamente”. 

José María sabe lo que es llevar 6 años sin ver a su hija es por ello que sueña con el día de “poder abrazarla, lo tienes en la cabeza constantemente”, sentencia que se trata de una lucha por la que nunca parará “a pesar de ser agotadora”.

https://www.eldigitaldealbacete.com/2017/01/03/padre-albaceteno-suena-poder-abrazar-hija-tras-haberle-arrebatada-mas-4-anos/

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