En los humedales manchegos de Villafranca de los Caballeros (Toledo) y Manjavacas (Cuenca) se están desarrollando dos campañas de anillamiento científico de aves migratorias que van a permitir conocer y obtener información de los aspectos ecológicos y biológicos de las distintas especies de aves que utilizan estas lagunas durante sus migraciones otoñales.
Las campañas han comenzado el día 1 de agosto y los trabajos se prologarán hasta el día 15 de septiembre, están siendo realizados por un grupo local que trabaja habitualmente en los humedales, GIA – La Mancha Grupo Panurus, y coordinados por la Fundación Global Nature. El anillamiento científico de aves es una herramienta para el estudio de las distintas características biológicas de las aves, está basado en el uso de anillas metálicas en la pata del ave y cada anilla tiene una numeración que individualiza al ejemplar que la lleva. La identificación de cada ave permite la aplicación de técnicas de marcaje-recaptura, pudiendo averiguar tanto datos demográficos y poblacionales, como las principales rutas migratorias de las aves. Además, el protocolo de anillamiento está estandarizado para poder comparar la información obtenida entre las diferentes temporadas de estudio y analizar datos sobre la tendencia poblacional, productividad, supervivencia o tasas de retorno.
Estos estudios están encaminados especialmente para el carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola), una pequeña ave mundialmente amenazada que tiene en los humedales de La Mancha uno de los pocos enclaves conocidos de paso migratorio desde sus zonas de reproducción en Bielorrusia, Polonia y Ucrania hasta sus áreas de invernada en Senegal y Malí (África). Cada año recorren unos 12.000 kilómetros durante sus migraciones anuales.
Los registros de carricerín cejudo en los humedales de La Mancha son bastantes escasos, pero estudios previos constatan el paso de la especie por diferentes humedales en sus viajes migratorios. La buena conservación y gestión de los humedales, resulta fundamental para que puedan realizar paradas y acopios de energía para llegar a sus áreas de invernada, certificando el importante papel que cumplen los espacios naturales protegidos durante las rutas migratorias de las aves.
Se estima una población mundial de entre 22.000-32.000 ejemplares. Este dato pone de manifiesto su alto grado de amenaza, ya que es una población escasa si lo comparamos con otras poblaciones de pequeñas aves más comunes.
El proyecto LIFE Paludicola
Estas acciones de investigación y seguimiento se enmarcan dentro del proyecto LIFE Paludicola, iniciativa europea que tiene como objetivo frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo trabajando en la restauración y gestión del hábitat de los humedales que utiliza durante las migraciones.
Este proyecto se desarrolla por la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León, cuenta con el apoyo del instrumento financiero LIFE de la Unión Europea, del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Torreblanca (Castellón) y la empresa Infertosa junto con la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.