VÍDEO | Así luce el Recinto Ferial de Albacete tras la primera fase de las obras de rehabilitación

/Sandra Manzanares/ Vídeo: María Esperanza Panduro/Fotos: Víctor Fernández/

 

El Recinto Ferial empieza a lucir su mejor cara, y es que, estos días se dan las últimas pinceladas de la primera fase de las obras de mejora acometidas en este lugar tan especial para los albaceteños. Las actuaciones se han centrado en la consolidación de las estructuras de las cubiertas y en los trabajos relacionados con la accesibilidad, además de la recuperación de la esencia del Recinto, deteriorada con las diferentes remodelaciones en su historia.

Los trabajos, que arrancaban dos semanas después de concluir la pasada Feria de Albacete, se recogen en el programa de rehabilitación del patrimonio arquitectónico español dentro del 1,5% cultural que licita el Ministerio de Fomento, y continuarán de nuevo tras la Feria 2018, restando solo la remodelación del círculo interior de Los Ejidos para completar la obra proyectada.

La previsión es acabar definitivamente a finales de este año, adelantando así las estimaciones iniciales de la ejecución de las obras, que barajaban los 22 meses. Volviendo a la primera fase, prácticamente finalizada, destacar la gran actuación de rehabilitación llevada a cabo en este inmueble de más de 22.000 metros cuadrados construidos y declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento el 16 de enero de 2001.

El objetivo de la rehabilitación es el de conseguir un correcto mantenimiento estructural del Recinto, así como recuperar espacios arquitectónicos perdidos durante este tiempo, eliminando además todos aquellos elementos que condicionen su uso como pueden ser mostradores de obra, tabiquería, pinturas o solados dispares. Con ello se pretende ampliar la polivalencia y propiciar un mayor uso del mismo, indica el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, a este medio de comunicación.

Cubiertas del Recinto

Una remodelación integral que comprende la rehabilitación de todas las cubiertas, sustituyendo los elementos estructurales dañados o deteriorados, y a la vez conservando la imagen actual con las soluciones originales. Por ejemplo, en el caso de la estructura de cerchas y correas de madera, señalar que se han reparado o sustituido los elementos dañados y el cañizo sobre el que apoyan las tejas por un tablero aglomerado hidrófugo e ignífugo, sobre el que se ha vuelto a disponer la misma teja existente.

En el interior de las cubiertas, y debajo de la estructura de madera, se ha establecido un falso techo de placas de cartón yeso que garantiza la resistencia al fuego exigida, nos detalla el concejal de Obras Públicas, Julián Garijo. Además, se han incorporado las conducciones de chimeneas para evacuación de humos, registros y otros necesarios para el desarrollo de las actividades de una forma homogénea, todas con la misma tipología y de forma armonizada. También han sido saneados los muros, que en general presentaban humedades.

Accesibilidad y espacio

En todas las zonas se han retirado aquellos elementos que con el paso del tiempo se han incorporado al edificio restándole interés al mismo, informa Serrano, detallando así la eliminación de los cierres de todos los puestos, que “no guardaban ninguna relación ni homogeneidad” o la supresión de las separaciones y divisiones entre los diferentes puestos, ofreciendo un espacio más diáfano.

Y es que, en estos meses se ha llevado a cabo una intervención en diferentes sentidos, en la que se ha incluido fijar el pavimento al mismo nivel, ya que el suelo del Recinto presentaba desniveles tras las diferentes obras acometidas a lo largo de los años. Con ello se ha conseguido, desde el punto de vista de la accesibilidad, que todos estos suelos estén a la misma altura y sin escalones. En este sentido, destacar la colocación de un ascensor para la Capilla de La Virgen y la sala de autoridades, y otro en el salón de subastas.

Otras actuaciones

Además de la obra principal, se han realizado otras actuaciones que no eran objeto de rehabilitación y que está acometiendo el Ayuntamiento directamente, como es la demolición del interior de las zonas de los aseos para reconstruirlos con nuevas instalaciones de agua y saneamiento, dotando a este espacio de nuevos acabados y carpintería; a lo que habría que añadirle la instalación de un cableado de fibra óptica, eliminando así todo el cableado antiguo de instalaciones de telefonía.

Líneas arriba mencionábamos la supresión de barreras entre puestos, que serán sustituidas por paneles tipo “sándwich”, de tal forma que puedan desmontarse y retirarse. También se están instalando lonas de cierre homogéneas en la parte frontal de los puestos. En total, las actuaciones cuentan con un presupuesto de alrededor de dos millones y medio de euros.

Historia de las obras

Como decíamos, las obras planteadas tienen como misión la correcta conservación y devolución de los valores perdidos al inmueble, ya que el Recinto Ferial ha sufrido diversas reformas y ampliaciones hasta llegar a su actual configuración, cuyo origen se encuentra en el proyecto de Josef Ximenez, que data de 1783 y continuado posteriormente por Antonio Cuesta, donde se adopta una imagen y tipología características de un doble recinto circular concéntrico al que se accede a través de un paseo longitudinal.

Con el paso de los años, el Recinto fue modificado en varias ocasiones, produciéndose, entre otras, la sustitución de los apoyos de madera del círculo central por los pilares metálicos que han llegado a nuestros días, y que fueron incorporados a finales de siglo XIX, o la inclusión del quiosco central a principios del siglo XX, recuerda el edil de Obras Públicas, señalando que, sin duda, la obra más importante tuvo lugar en el año 1944, cuando, siguiendo el proyecto de los arquitectos Ortiz y Carrilero, se proyectó un nuevo anillo perimetral.

Con esta actuación se doblaba también el anillo que hasta ese momento era el exterior y se eliminaba el llamado “Rabo de la Sartén” existente entonces para sustituirlo por un nuevo paseo, que recogería dos nuevos pabellones independientes del resto de las estructuras, pero manteniendo, en cualquier caso, la misma imagen de la que se dota al conjunto.

Aunque el Recinto ha experimentado otras obras pequeñas de mantenimiento, la última de gran envergadura que se recuerda es la acaecida en el año 1974, cuando se produjo la renovación de la Puerta de Hierros, realizada por el arquitecto Manuel Carrilero. Esta es la imagen de la Feria que hoy conocemos y que seguirá manteniéndose en el tiempo, con arreglos, pero con la magia de siempre.

El Digital de Albacete

Diario digital líder en Albacete con toda la información de la capital y provincia
Botón volver arriba