Bolsas de papel, fécula de patata y maíz, las nuevas opciones de los comercios en Albacete ante las medidas europeas contra el plástico

/Sandra Manzanares/ Fotos: María Guerrero/

De tela, de plástico reciclado, incluso de fécula de patata y maíz. Hay vida más allá del plástico y estas son solo algunas de las opciones que empiezan a popularizarse a raíz de la entrada en vigor de la normativa a través de la cual se establece que los consumidores deben pagar por cada bolsa de plástico que utilicen en sus compras.

Una medida con la que disuadir a la ciudadanía del uso de plástico que entraba en vigor el pasado 1 de julio a través de Real Decreto 293/2018, de 18 de mayo, sobre reducción del consumo de bolsas de plástico y por el que se crea el Registro de Productores. No ha transcurrido ni un mes desde la implantación de esta iniciativa y ya se evidencian las primeras consecuencias: los albaceteños han disminuido el consumo de bolsas.

En unos establecimientos los propietarios estiman la reducción en un 50%, otros señalan que solo uno de cada diez consumidores utiliza bolsa; lo que está claro es que los comercios viven una época de transición que afecta a las empresas fabricantes de plástico, como puede ser la albaceteña Cobopla, que ha experimentado un descenso en este tipo de ventas.

 

 

Sin embargo, los establecimientos continúan necesitando recipientes en los que los usuarios transporten sus compras, por lo que la empresa ya ha comenzado a ofrecer otro tipo de bolsas como las de papel, fécula de patata y maíz, que se degrada a los pocos meses o, la más demandada, la bolsa de plásticos reciclados, que son resistentes y se adaptan a las necesidades de los usuarios.

Esta bolsa está exenta de cobro, ya que su porcentaje de material biodegradable es superior al 70%, algo que certifica la empresa y que traslada al comerciante. Y es que no todas las bolsas se cobran, ya que las muy ligeras, es decir, las bolsas de menos de 15 micras que “son necesarias por razones de higiene o que se suministran como envase primario para alimentos a granel, como fruta, legumbres, carne o pescado”, sigue proporcionándose de manera gratuita.

“Muchos clientes desconocen porqué se cobran unas bolsas y otras no”, nos dicen desde Coboplas, añadiendo que, como en cualquier nueva medida, estar informado es primordial. De hecho, la bolsa de rafia, que se comercializa como menos dañina, “es muy difícil que desaparezca del medio ambiente”, indican.

Sostenibilidad y concienciación

Empresas como El Corte Inglés apuestan por un modelo más sostenible, algo que, como nos indica su responsable de Relaciones Institucionales, Víctor Hernández, se materializa fomentando un menor uso del plástico entre los clientes, algo que se hace desde hace meses y que se ha intensificado desde que entrara en vigor la normativa con el descenso del 30% del uso de bolsas de plástico por parte de los consumidores.

Varias son las opciones como alternativa al plástico que ofrece el personal de El Corte Inglés, que asiste a cursos de formación para ser los primeros en concienciarse sobre la importancia de esta medida, y así conseguir un “objetivo que merece la pena” como es el de reducir la contaminación. La empresa, inscrita al Pacto Mundial por la Sostenibilidad, propicia el uso de bolsa reciclable con diferentes opciones, como puede ser, además de la bolsa de plásticos reciclados, la de papel obtenido de manera sostenible o las bolsas de textil no tejido, que son fabricadas entrelazando fibras. Alternativas al alcance de los albaceteños.

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