/Sandra Manzanares/ Fotos y Vídeo: María Guerrero/
Hace un año el fuego escribía una de las páginas más negras de la historia de la Sierra del Segura. A las 11:00 de la mañana del día 27 de julio de 2017 se recibía el primer aviso: una columna de humo atravesaba el cielo del término municipal de Yeste, propagándose las llamas rápidamente y afectando también a la vecina Molinicos. Un fuego cuyo origen todavía es desconocido.
‘La Parrilla’ fue el punto desde el que el fuego empezó a tomar la Sierra arrasando 3.200 hectáreas de esta joya natural de la provincia de Albacete. Una imagen que los vecinos conservan en sus retinas con angustia y dolor, reviviendo un año después el miedo a que las llamas llegaran a los pueblos de Yeste y Molinicos, algo que finalmente no ocurrió y no hubo que lamentar daños personales, como tampoco materiales, a pesar de que casas como la de Carmen, vecina de Las Quebradas, quedaran a las puertas del fuego y sus habitantes tuvieran que ser evacuados.
Las Quebradas, en Yeste, fue una de las aldeas más afectadas por el incendio, igual que Los Collados, en Molinicos. Espacios que se vieron rodeados por unas llamas que destrozaron más de 3.000 hectáreas del Parque Natural Los Calares del Mundo y La Sima. “Fueron unos días muy duros por el terrible incendio y lo que conlleva: ver como los montes se queman, ver como la gente tiene que salir de su casa, abandonándolo todo porque lo principal para los equipos era proteger viviendas y personas”, lamentaba la alcaldesa de Yeste, Cortes Buendía, recordando aquellas largas y difíciles jornadas.
Como Carmen, casi 500 personas fueron evacuadas de las poblaciones cercanas al foco del incendio, uno de los momentos más críticos para los equipos de emergencias, por la “falta” de medios y el avance descontrolado del fuego, nos cuenta uno de los voluntarios de Protección Civil, Felipe Osuna. Y es que, las labores de extinción se complicaron, necesitando del esfuerzo de 235 medios y más de mil personas.
Coordinando parte de las evacuaciones, Javier Gosálbez recuerda las dificultades a las que se enfrentaron los equipos y que comprendían la orografía del terreno, con pendientes de hasta el 60%, lo que facilitaba el efecto chimenea del fuego; el tipo de combustible, las altas temperaturas y la ausencia de viento, que provocó que el humo que bajaba por la noche inundara todas las aldeas, con el riesgo de atrapar a los bomberos.
Actuaciones complicadas hasta que llegó el día que todos los que se encontraban en aquella zona y quienes lo estaban viviendo a través de los medios de comunicación deseaban: el 9 de agosto se declaraba extinguido el incendio de Yeste y Molinicos. Los peores momentos quedaban atrás y los vecinos podían volver a sus casas, aunque no todos los recuerdos son negativos, sino que la solidaridad afloró con la unión entre voluntarios, equipos de emergencias y lugareños. La alcaldesa de Molinicos, María Dolores Serrano, se emociona al recordar los gestos de los afectados por el incendio con los bomberos, a quienes dejaban notas en sus cascos dándoles ánimos para seguir adelante y sobre todo, agradeciendo su valentía. Por ello, tanto Serrano como Buendía han querido incidir en el agradecimiento a todos los equipos que combatieron el fuego, también a los habitantes de las poblaciones vecinas que prestaban su ayuda desinteresadamente.
Un año después
Las labores de recuperación de la zona arrancaban al día siguiente de que el fuego fuese apagado, para lo que se precisó de la inversión de más 1,4 millones de euros por parte del Ejecutivo Autonómico en concepto de ayudas directas para la comarca de la Sierra del Segura. Cantidad dividida en 760.000 euros en ayudas dirigidas a los 12 municipios de la zona afectada y a las asociaciones de empresas de turismo de la comarca. A estas ayudas directas, se suma una campaña publicitaria, en medios nacionales, con una estimación económica de 290.000 euros para promocionar turísticamente la zona.
Así lo explica el delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, indicando que los Ayuntamientos de Yeste, Molinicos y Elche de la Sierra recibieron entre los tres más de 700.000 euros, con la intención de cubrir los gastos corrientes ocasionados con la extinción del incendio y la realización de obras de reparación de las instalaciones municipales. Además, la regeneración forestal y ambiental de la zona se está logrando en un 80% de manera natural, y en el otro 20% con labores de reforestación.
Sobre el terreno se recoge la madera quemada y de la saca, y se ha aumentado el personal de vigilancia con la contratación de 14 trabajadores más en el Dispositivo INFOCAM en las siete autobombas reten con el objetivo de “mejorar la coordinación y la capacidad operativa”, creándose también una patrulla de vigilancia en Yeste, municipio que cuenta con dos depósitos de medio millón de litros de agua para facilitar, en caso de incendio, la rápida actuación de los equipos de emergencia.
A pesar del trabajo constante tanto de la Junta como de los propios Ayuntamientos de Yeste y Molinicos por adecuar y recuperar la zona, según los estudios técnicos, los terrenos podrían tardar más de dos décadas en recuperarse, en especial, una parte del espacio afectado, que coincide con la zona quemada en el incendio que sufrió Yeste en 1994. Afortunadamente, y aunque “nunca debió de producirse”, el fuego tiñó de negro 3.200 hectáreas, “una pequeña parte” de toda la Sierra del Segura. Una zona que sigue brillando, si cabe, con más fuerza y regalando a lugareños y turistas sus mejores encantos.