Javier Navalón es un albaceteño que lleva en su ADN correr delante de los toros y lo ha hecho durante 12 años tanto en Pamplona como en los encierros que se llevan a cabo en la provincia de Albacete en varios puntos de la Sierra del Segura; sobre todo en Ayna, de donde desciende su familia.
Este sábado corrió en Pamplona el último encierro de San Fermín y lo hizo delante de los Miuras, una manada que completó el recorrido en poco más de 2 minutos y con una velocidad media superior a los 24 kilómetros por hora. La mala suerte hizo que Javier sufriera un resbalón, perdiera agarre y acabara cayendo al suelo casi entrando en la mítica calle Estafeta, donde toda la manada le pasó por encima y le ocasionó varios traumatismos que le obligaron a ser ingresado en el hospital de la capital pamplonica.
En declaraciones al diario ‘Noticias de Navarra’ Javier Navalón manifiesta que se encuentra “bastante dolorido” tras el incidente, del mismo modo que explica cómo sucedieron los hechos argumentando que “Casi llegando ya a Estafeta perdí el pie y empecé a caer y a caer, llegando a la misma curva. Ya en el suelo me pasó la manada por encima, me pisaron por todos los lados, pero los golpes fuertes los tengo en la pierna izquierda. Un pisotón en la rodilla es lo que me está manteniendo en espera, porque lo demás, en el cuerpo, son simplemente magulladuras”.
A pesar del susto y como manifiesta al diario ‘Noticias de Navarra’, Navalón lo tiene claro; “Ahora se me está pasando el susto y creo que sí que volveré a correr el año que viene. El veneno que llevamos dentro no se nos va así como así”, confesaba al mismo tiempo que reconocía que “la afición viene de Aýna, de Albacete. Siempre con mis amigos, vamos todos juntos y todo lo que podemos correr lo corremos”, finalizaba Javier Navalón desde la habitación donde permanece ingresado en el Complejo Hospitalario de Navarra.
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