Skyline cumple este sábado 1 año al frente del Albacete Balompié

/Hugo Piña/

Oficialmente y mediante una rueda de prensa, José Miguel Garrido, presidente del Albacete Balompié por entonces anunció la venta del club (el 96,4% de las acciones) el pasado 17 de julio de 2017. Una venta por otra parte que se había ‘cocido’ semanas atrás, tras el ascenso del equipo que por entonces era dirigido por José Manuel Aira y en el que futbolistas de la talla de Tomeu Nadal, Carlos Delgado, Mickael Gaffoor, Rafa Gálvez o Aridane Santana habían sido la columna vertebral del hito deportivo que, doce meses después, hacía regresar al cuadro manchego al fútbol profesional.

Sin embargo, ese 17 de julio al que se alude es una fecha más comercial que real, pues fue el viernes 14 de julio de 2017 cuando, Only One Way y Residencial Cristo del Valle firmaron los documentos ante notario que acreditaba formalmente la transacción en un céntrico bufete de abogados de la capital albacetense. Lo hacían en beneficio de Skyline International, una sociedad en forma de “holding empresarial de capital privado e internacional con el objetivo de diversificar su cartera de inversiones y proyectos de desarrollo” dirigido por Georges David Kabchi Zakia y Víctor Jesús Varela Ruiz.

Por valor de unos diez millones de euros (operación cifrada meses después) se conocía que Skyline había comprado el club manchego, comenzando entonces una nueva etapa en la Sociedad Anónima Deportiva más representativa de la provincia y la región de Castilla-La Mancha. La llegada de un nuevo Consejo de Administración y de una nueva estructura al equipo blanco dotó al mismo de una nueva idiosincrasia que ha perdurado hasta nuestros días y que ha comenzado a situar al equipo a la vanguardia en algunos aspectos de los clubes de fútbol en España. La familia Kabchi y Víctor Varela han representado desde entonces los valores de un Albacete que ha roto por completo con la mediocridad administrativa de antaño, valorando el producto final y llevando a cabo importantes y necesarias reformas estructurales que poco a poco han ido viendo la luz.

En el plano deportivo, el Albacete se hizo con los servicios de un reconocido director deportivo como Nico Rodríguez, así como de una renovada estructura interna deportiva que durante los primeros doce meses de Skyline han ido sumando en positivo para el producto final que, desde el primer día, Víctor Varela y el Consejo de Administración están perfilando con el mayor de los cariños posibles. Fichajes como los de Saveljich, Chus Herrero, Erice, Susaeta pero sobre todo el de Roman Zozulia, pusieron sobre aviso a la nueva idiosincrasia nacida en el Carlos Belmonte con la familia del empresario libanés Georges David Kabchi. De la misma manera, y con no menos relevancia en lo extradeportivo, el club solventaba sus deudas con las instituciones públicas como Hacienda, recogiendo el documento acreditativo para formalizarlo en La Liga y poder así competir en la categoría de plata del fútbol español. De hecho, señalaron fuentes del club que el “primer gran fichaje del Alba” fue poder jugar en la Liga 123 tras solventar las acaudaladas quitas que existían tiempo atrás.

El curso deportivo comenzó y las renovaciones en las instalaciones fueron llegando de manera paulatina. El crecimiento, exponencial en todos los sentidos, se pudo advertir por todos los aficionados al Albacete Balompié, que vieron como desde la Ciudad Deportiva hasta el Carlos Belmonte, pasando por la configuración de la plantilla, aumentó de manera notable en todos los campos. Y pese a que Skyline confió la dirección deportiva a José Manuel Aira, cuando el asunto en la Liga 123 comenzó a torcerse, no le tembló el pulso y decidió cesar al técnico que meses atrás había conseguido el ascenso. Una amarga relación con la grada y los malos resultados dieron al traste con un Aira que a la séptima jornada se hundió. Skyline decidió entonces fiarle la dirección a un veterano en las batallas como Enrique Martín, quien insufló tal aire a su llegada que incluso se habló de ilusiones en forma de ascenso a Primera División. Con un estilo pragmático del balompié y con Zozulia como gran epicentro del equipo, el Albacete llegó a las navidades con la ilusión de pugnar con los mejores para conseguir hacerse un hueco en la zona más noble de la categoría.

Sin embargo, la situación no fue a mejor y desde el mes de marzo hasta el final de curso en junio, el equipo dirigido por Martín Monreal no obtuvo el tan ansiado premio deseado, pues la falta de victorias hizo que incluso se sufriera para obtener una permanencia que meses atrás estaba en la mano. El estilo de juego, pragmático meses atrás, se convirtió en una auténtica pesadilla, pues las ideas y sobre todo la falta de triunfos mermó y mucho a un Martín que perdió su renovación por el camino.

El equipo se salvó, pero también se dejó manifiestamente claro en Skyline que las directrices para la siguiente campaña deberían ser otras. Incluso cambió la dirección deportiva tras la marcha de Nico Rodríguez, llegando para entonces un Mauro Pérez con el que también se ha dado lugar a una reestructuración en todo lo referente a la cantera del Albacete Balompié. La llegada de Luis Miguel Ramis y su séquito madridista han comenzado por re-ilusionar de nuevo a una afición que tras la llegada de Skyline ha visto como el club, el producto que formaliza el ‘Alba’ es visto por la sociedad albaceteña como algo futurible y sobre todo ilusionante.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 15 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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