/Sandra Manzanares/Foto: María Guerrero/Vídeo: María Esperanza Panduro/
Todo fue un “error”, decía el acusado de acuchillar a dos vecinos en Albacete. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el acusado apuñaló a las dos víctimas por poner la música alta, motivo que ha cambiado en el juicio celebrado este martes. Reconociendo su culpa, el acusado de un presunto delito de intento de homicidio y otro de lesiones alcanzaba un acuerdo con el Ministerio Fiscal rebajando su pena de nueve años a siete.
Como argumentaba el acusado, una prima suya le alertó de que el padre y el hermano del procesado estaban siendo agredidos, por lo que éste fue en su búsqueda para “defenderles”. Fue ahí cuando acuchilló a las dos víctimas, de lo que ahora se “arrepiente”, pues la situación, como señalaba, fue fruto de un malentendido.
Las víctimas “son dos buenas personas que han comprendido lo que pasó y hay unidad y paz entre todas las partes”, señalaba el abogado de la defensa, Emilio Sánchez. Algo que ha quedado patente al finalizar el juicio, cuando agresor y agredidos se daban un abrazo. La vista arrancaba con la declaración de las dos víctimas, que han aceptado el acuerdo propuesto por la Fiscalía, dándose “por satisfechos” con los 1.500 euros recibidos cada uno por parte del agresor, y renunciando así a más indemnización, como también lo han hecho a una orden de alejamiento.
Incidiendo en que “no tenía intención de matar”, pues “simplemente iba ofuscado y quería defender a su hermano de lo que pensaba que había pasado”, Sánchez precisaba que, “tras consultarlo con las familias”, se llegaba a un acuerdo con el Ministerio Fiscal, a través del cual el procesado se enfrentará a siete años de prisión, dos por el delito de lesiones y cinco por el de homicidio en grado de tentativa.
Y es que, el acusado provocó heridas graves a las dos víctimas, por lo que se mantiene la indemnización de 5.461,13 euros al Sescam, como consecuencia de la atención médico quirúrgica que precisaron ambos en el Hospital General de Albacete. El mismo día de los hechos, el procesado compareció en la Comisaría de Policía Nacional, lo que para el letrado es un “atenuante de confesión”, que sumado a la “reparación del daño” que supone el ingreso de los 1.500 euros a cada víctima, “rebajarían más la pena, pero el Fiscal no ha querido bajar más la pena”. Un juicio que apenas duraba 10 minutos y que ha quedado visto para sentencia.
