/Sandra Manzanares/ Fotos: María Guerrero/
“Desde la educación, la libertad y la tolerancia hay que formar a los docentes y orientadores de los colegios” de Albacete, y es que solo de la mano de estos pilares se podrá crear una sociedad libre y respetuosa con los demás. La educación es la base de todo y este jueves, Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, ha tomado especial relevancia en la sesión plenaria correspondiente al mes de junio.
A través del caso de Sara, Esperanza Escribano, ha visibilizado los problemas diarios que sufren las personas trans tan solo por el mero hecho de serlo. Agresiones y discriminación acompañan el día a día de muchas personas adultas y también menores, una realidad que es evitable “educando a la sociedad en el respeto”, lo que incluye, a los más pequeños y para lo que es necesario la formación del personal de sus centros.
Esperanza ha narrado el calvario de su nieta Sara, que se ha enfrentado a un “auténtico rosario” psicológico, médico y administrativo en nuestra ciudad, pues “no aceptaban su condición”, y en vez de apoyara, una psicóloga “llegó a decirle, a una niña de cuatro años, que lo que tenía que hacer era jugar al fútbol y dejarse de tonterías”, lamentaba Esperanza. Por todo ello, esta albaceteña ha pedido ante la Corporación Municipal que la educación vaya de la mano con la diversidad de los vecinos, pues esto es una necesidad, afirmaba.
En este sentido, los representantes del colectivo Abanico, Carolina Felipe y Juan Carlos Sánchez, defendían en el Pleno la diversidad sexual. Como explicaba, Juan Carlos él mismo sigue enfrentándose a insultos simplemente por “querer amar a alguien”, algo que “no es justo”, como tampoco lo es que pueda ser agredido por darle la mano a su pareja por la calle. Aunque en su caso, Juan Carlos sí ha contado con el respaldo de los docentes de su colegio, el joven relataba que sus propios compañeros de clase, durante años, le hicieron pasar las épocas “más negras” de su vida.
En pleno 2018 sigue imperando una gran “falta de sensibilidad” hacia lo que cada uno considera diferente, y “todavía queda mucho que conseguir”, decía Carolina, pues existe “resistencia a la normalización desde posturas ultraderechistas y desde el fundamentalismo religioso”. Así, la joven señalaba que el “heteropatriarcado sigue impregnando muchos ámbitos de la vida y sufrimos homofobia dentro de las propias familias, centros educativos y materia laboral”, por lo que ha instado a las concejalías competentes a garantizar los derechos de todos los albaceteños por igual.
Tras el turno de intervención ciudadana, el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, manifestaba su apuesta por “luchar juntos contra la discriminación”, fomentando la igualdad, el respeto, la diversidad y la garantía de los derechos, con grandes gestos y también con pequeños detalles como la coronación del balcón del Ayuntamiento con la bandera del Orgullo Gay, que durante varios días ondeará en el cielo de Albacete como muestra de apoyo y libertad.
