/Nacho López/
Los resultados cosechados por el Albacete Balompié durante los últimos nueve partidos han hecho que a falta de dos jornadas para terminar el campeonato, los de Enrique Martín hayan visto más cerca el peligro de lo que a priori podría parecer cuando el equipo se mostraba solvente en defensa allá por el mes de marzo.
Nueve jornadas consecutivas en las que el equipo de la ‘Bruja’ de Campanas no ha conseguido ganar y que han derivado en una auténtica final a cara de perro este domingo a partir de las 20:30 horas en un Carlos Belmonte que parece estará lleno hasta la bandera y ante un Barça ‘B’, que también necesita al igual que el Alba imperiosamente la victoria si no quiere verse abocado a competir la próxima temporada en el pozo de la segunda división ‘B’.
Por todo ello, los blancos han decidido pasar casi toda la semana recluidos y concentrados en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar, buscando paz y relax para el trabajo y el descanso y sobretodo, un ‘mini stage’ que buscaba fortalecer los lazos de unión entre los integrantes del vestuario y el cuerpo técnico para que a la hora de competir en la casi definitiva cita de este domingo no olviden por qué están luchando y por quién deben dejarse la piel sobre el verde.
El partido ante el Barça ‘B’ no es un partido de entrenadores, es un partido, como todas las finales, de jugadores y afición. Ellos son los que van a ser los verdaderos responsables del resultado final del encuentro. Un encuentro en el que como bien indicaba Susaeta al micrófono de El Digital de Albacete, “dará igual que juegues muy bien o lo hagas muy mal; lo único importante será el resultado porque nos estamos jugando mucho de cara a la próxima temporada”.
Sabedores de lo mucho que hay en juego, los aficionados del Albacete Balompié han mostrado una excelente respuesta al llamamiento del club durante la semana y han retirado en taquilla una cantidad de entradas que hará que el Carlos Belmonte esté prácticamente lleno y muestre la imagen de las citas importantes, esas en las que el graderío se convierte en el jugador número 12 y lleva en volandas a unos jugadores que como profesionales que son, no cabe duda se vaciarán sobre el verde y sabrán aplicar en los momentos decisivos los conceptos tácticos y mentales asimilados y refortalecidos durante toda esta semana en San Pedro del Pinatar.
Todo está presto y dispuesto para noventa minutos que se presuponen de infarto y no apto para cardiacos. Ahora solo falta que el balón eche a rodar, que el Alba sea solvente en defensa y esté acertado de cara a puerta y que de una vez por todas, el 747 de Enrique Martín aterrice en una pista segura y no haya que entonar el ‘MayDay – MayDay’ de aquí al próximo sábado, momento en el que finalizará la temporada para el conjunto blanco rindiendo visita al Heliodoro Rodríguez López de Tenerife.
