/Nacho López/
Este domingo a partir de las 18:00 horas el conjunto blanco visita La Romareda, un estadio en el que el Alba ha vivido las dos caras del fútbol.
Y ha vivido las dos caras del fútbol porque en 2003 consiguió en Zaragoza su último ascenso a primera división y porque en 2016 y tras perder 1-0 con gol de Pulido en propia puerta, Luis César Sampedro fue cesado como entrenador. En ambos casos, César Ferrando, de una manera u otra, también fue protagonista.
Corría el 15 de junio de 2003 y tanto el Albacete Balompié como el Real Zaragoza ascendían de manera matemática a primera división antes de jugar el partido que enfrentaría al día siguiente a ambos tras perder el Levante en Ferrol. Así pues, el partido que disputaron en La Romareda fue una fiesta del fútbol en la que los dos equipos ya habían ascendido a la máxima categoría del balompié nacional y ambas aficiones disfrutaron de lo lindo en un estadio que respira fútbol y misticismo por todos y cada uno de sus rincones. El resultado de aquel encuentro fue de 1-1, marcando Yordi por los locales y Basti por parte del Alba. César Ferrando comandaba aquella nave desde el banquillo.
La cara amarga llegó el 12 de marzo de 2016. Derrota por 1-0 en las postrimerías del encuentro con gol en propia puerta de Pulido y el vaso de la paciencia de José Miguel Garrido se agotaba y destituía a Luis César Sampedro. Su sustituto, César Ferrando, desgraciadamente no pudo revertir la situación y el equipo blanco acabó descendiendo a segunda división ‘B’ meses después.
Este domingo, a partir de las seis de la tarde, el Albacete Balompié volverá a escribir una nueva página en su historia y en la de La Romareda, pudiendo volver a vivir la cara dulce del fútbol con una victoria que significaría la salvación matemática o volver a vivir la cara amarga en caso de llegar una derrota, que significaría complicarse muy mucho la vida y jugárselo todo prácticamente a una carta y quien sabe… a lo mejor esa derrota se convierte en una nueva destitución en el banquillo albacetista tras lo que serían 9 jornadas consecutivas de Enrique Martín sin ganar.
