/Belén Belotto/Fotos: María Guerrero/
La suelta de farolillos organizada por el Grupo Festero Méndez Núñez fue el precioso colofón a un primero de mayo muy completo en las Fiestas Mayores de Almansa. Setecientos cincuenta farolillos iluminaron el cielo almanseño en un lanzamiento conjunto que se produjo sobre las doce de la noche en el Batallódromo con la fortaleza como testigo. Un momento único que dejó fotografías espectaculares.
El acto, que se celebró por segundo año consecutivo, sirve como homenaje para los festeros que ya no están, aunque desde la organización aprovechan para hacerlo extensible “a todos aquellos que a día de hoy trabajan por las fiestas, que son muchos”. También para conseguir un ingreso extra para los gastos del grupo.
Los organizadores vendieron durante los días previos y justo antes del lanzamiento los farolillos a un precio de 2,5€. Cuando los asistentes se concentraron en el batallódromo recibieron las últimas indicaciones y un chupinazo marcó la suelta de farolillos. Poco a poco, cientos de ellos volaron e iluminaron el cielo durante algunos minutos mientras grupos de amigos y familias esperaban que se cumplieran sus deseos. Fue de película.
Algo tan sencillo tenía que surgir de la forma más natural. Los hijos de María Fito, socia de Méndez Núñez, Juan Diego y María, vieron un lanzamiento de farolillos en el móvil y le pidieron a su madre hacer algo parecido en casa. Con la intención de cumplir el sueño de sus hijos, y al mismo tiempo, compartir con su grupo una idea que consideraba muy buena, la trasladó a sus compañeros de Méndez Núñez, que inmediatamente se pusieron manos a la obra. Consiguieron todos los permisos necesarios y contaron con el dispositivo de seguridad pertinente formado por bomberos, Protección Civil y Policía Local.
Con el apoyo de la Junta Festera de Calles y el Ayuntamiento de Almansa, la suelta celebró su primera edición el año pasado con 500 farolillos. En esta ocasión, se superó la barrera de los 750. A pesar de ser el acto más nuevo de las Fiestas almanseñas parece que ha llegado para quedarse.
