Los bailarines albaceteños triunfan por todo el mundo

/Marta López/

Este domingo bailarines y amantes del baile de todo el mundo celebran el Día Internacional de la Danza. Una jornada que se realiza desde 1982 como forma de atraer y reunir a todos aquellos que han elegido la danza como medio de expresión, traspasando barreras culturales, políticas y étnicas, celebrando así su diversidad.

Desde El Digital de Albacete queremos hacer nuestro pequeño homenaje a la danza, dando voz a cuatro albaceteños que han hecho de esta disciplina artística su modo de vida. Cuatro perfiles muy diferentes que están unidos por una misma pasión: la danza.

La danza no entiende de limitaciones

Desde el pasado 28 de diciembre, Albacete tiene una representación muy especial en la UNESCO. El ‘día de los inocentes’ el bailarín y coreógrafo albaceteño Ángel Fernández Bleda ingresó en el Consejo Internacional de Danza (CID) de esta destacada institución.

“No entiendo no haber elegido la danza, no recuerdo nunca haber elegido la danza porque siempre me recuerdo bailando”, declara el bailarín natural de Hellín, para quien el baile siempre ha sido su opción de vida.

Tras obtener la carrera de danza en el Real Conservatorio de Madrid, la trayectoria profesional de Ángel Fernández le ha llevado a formar parte de importantes compañías como la de Antonio Gades, Ibérica de Danza, De Lunares o la que dirigió el maestro Granero. Su pasión por la danza lo ha llevado a bailar en escenarios de Estocolmo, Eslovenia, Berlín o Londres.

Además, el bailarín albaceteño es Graduado en Educación Social y ha unido esta disciplina con la danza participando en un novedoso proyecto llamado ‘EdusoEnDanza’. Explica Ángel Fernández que “la finalidad de este trabajo es aplicar la danza a colectivos en riesgos de exclusión social por tener pocos recursos económicos o por discapacidad”.

El protagonista de la película de ‘Billy Elliot’ explica que cuando baila siente “fuego por el cuerpo” una sensación que Ángel Fernández también hace suya. Además, afirma que tiene “alumnos con discapacidad que sienten la danza igual” y es que la danza no entiende de barreras ni limitaciones.

Fundado en 1973 y con sede en París, el Consejo Internacional de la Danza (CID) es una organización no gubernamental y sin fines de lucro, cuya finalidad es promover, apoyar y difundir todas las formas de danza en todos los países del mundo. El CID está integrado por más de 4.000 miembros; con cientos de prestigiosos coreógrafos, bailarines y más de 200 profesores de universidad y doctores relacionados con la danza, entre los que se encuentra Ángel Fernández.

El albaceteño se ha hecho un hueco en esta importante institución mundial por su excelente formación y por los trabajos académicos que ha realizado. “No soy un bailarín con sensibilidad social, ni un educador social que utiliza la danza como herramienta, sino que he formado parte de la élite de la danza y además soy educador social”, explica Ángel Fernández que esta manera de conjugar profesionalmente danza y educación social han sido las particularidades que lo han convertido en miembro de la UNESCO.

Sin embargo, y pese a todos los esfuerzos que se realizan desde compañías e instituciones, la danza continúa sin recibir un respaldo social mayoritario. “Debemos comenzar a fomentar la danza desde la educación y abrir las escuelas al mundo del teatro” sentencia Fernández, quien actualmente también participa como mediador con la Fundación ATENEA en el Colegio de la Paz localizado en el barrio de las 600.

“La gente no está educada en el teatro ni en la danza”, señala Ángel Fernández, invitando a todo el mundo a disfrutar del efímero arte de la danza, porque “sucede en un momento y esa es la magia, tienes que ir a verla si quieres emocionarte”.

La elegancia del ballet cásico

Mucho dista de aquel niño que acudía a recibir clases de ballet clásico y español en Motilleja, con el gran profesional de la danza en el que se ha convertido Esteban Berlanga.

La vertiginosa trayectoria del bailarín albaceteño se construye a base de trabajo, esfuerzo y sacrificio. El English National Ballet fue su casa durante 7 años, “ese tiempo en Londres descubrí una nueva familia y considero que allí aprendí a bailar” explica Berlanga, quien además señala que no llegó a ser la figura principal de este reconocido ballet en un solo día “empecé como cuerpo de baile, luego subí a primer artista, y finalmente a primer solista”.

Foto: Alba Muriel

Esteban Berlanga guarda con cariño en su particular caja de recuerdos, multitud de momentos que son suyos y que son por los que realmente baila. Tener la oportunidad de pisar el escenario del Bolshói de Moscú “son cosas especiales que solo pasan una vez” relata el bailarín. Pero sin duda, el instante que atesora con una predilección especial es su despedida de Londres, “se acababa una etapa de mi vida, estaba rodeado de amigos, entre el público estaba mi madre y Tamara Rojo salió a despedirme al escenario” explica Esteban Berlanga.

“He cumplido sueños, sí, pero creo que nunca se acaban de terminar porque cuando cumples uno siempre tienes otro sueño u otra meta que cumplir o alcanzar” asegura un soñador Berlanga, quien no cierra la puerta a alcanzar nuevos objetivos profesionales y personales.

Foto: Alberto Rodrigálvarez

Esteban Berlanga jamás imaginó ser Bailarín Principal de la Compañía Nacional de Danza y desde 2013 lleva cumpliendo este sueño de ser uno de los máximos exponentes de la danza clásica en nuestro país.

La exigencia física a la que se enfrentan diariamente estos profesionales de la danza roza el entrenamiento corporal de muchos deportistas de élite a la que hay que unirle un hándicap, el de contar una historia. “Cada ballet tiene su propia historia y su manera de contarla con la cara y el cuerpo” explica Berlanga, y es que a pesar de la complejidad técnica de muchos de estos ballets “lo peor es que no puedes reflejar esa dificultad en el rostro, porque la danza es belleza y arte, aunque cueste y sea medio deporte”. José Carlos Martínez, Director Artístico de la Compañía Nacional de Danza consigue que su cuerpo de baile transporte al espectador a una realidad paralela en cada uno de los números que representa la compañía.

Foto: Carlos Quezada

Pero el esfuerzo y sacrificio de estos bailarines no es solo a nivel físico y artístico, sino también en el terreno personal. “Con el tiempo te das cuenta de muchas otras cosas, por ejemplo yo tengo un hermano pequeño y cuando me fui a trabajar a Londres me perdí toda su adolescencia y juventud. Lo mismo me pasó con mi sobrina, la vi nacer y de repente ya andaba, y de repente ya me llamaba tío” cuenta Berlanga que existen pequeños detalles en el mundo de la danza que hacen “muy difícil compaginar tu vida personal con la vida del escenario”.

Foto: Jesús Vallinas

Berlanga se siente en deuda con los alumnos del Real Conservatorio de Danza de Albacete porque este jueves “tenía previsto ir a dar una masterclass pero la he tenido que cancelar”. El bailarín cuenta que, al no contar con un permiso por escrito de la dirección de la Compañía Nacional le ha sido imposible venir, y pide disculpas a todos los alumnos del centro.

Pese a su trayectoria y profesionalidad, la humildad no ha abandonado a este bailarín albaceteño quien afirma no ser “nadie para dar conejos” a quienes ven en él un referente a seguir en el mundo de la danza. Pero se aventura a decir que “el mejor consejo para bailar y, sobre todo, para ser feliz haciéndolo es ser uno mismo y ser honesto contigo y con tu danza, sin convertirlo en una competición porque entonces deja de ser ballet y arte”. Y es que Berlanga es danza clásica.

La danza en la República Checa

Precocidad, energía, confianza, y pasión definen el trabajo de Jaime Segura Montero, quien pese a su juventud forma parte de uno de los ballets más importantes de la República Checa. Con tan sólo 22 años este bailarín albaceteño forma parte del elenco del Nárdoní divadlo Brno (NdB) en el que conviven profesionales de la danza de más de 15 nacionalidades diferentes.

Foto: Arthur Abram

Jaime Segura Montero descubrió el mundo de la danza de manera fortuita, cuando decidió colgar la raqueta de tenis y cambiarla por unas zapatillas de ballet en vista a que “no iba a ser un nuevo Rafa Nadal”. Si algo define a este albaceteño es su constancia y tesón, ya que consiguió terminar el conservatorio a la vez que cursaba bachiller, sacando en selectividad nota suficiente para estudiar Medicina.

Foto: Arthur Abram

En un esfuerzo titánico compaginó los estudios de Medicina con su formación como bailarín en la Escuela María de Ávila, en Zaragoza, hasta que su pasión por la danza le llevó a dejar apartada la medicina. “Si uno tiene un poco de suerte, trabaja duro y se rodea de buena gente puede lograr lo que se proponga” afirma Jaime Segura, quien tras audicionar por Europa logró entrar en la segunda compañía más grande de República Checa.

Foto: Arthur Abram

El NdB cuenta con tres teatros, uno de ellos es Janáčkovo divadlo, el más grande de República Checa. Jaime Segura cuenta que “la gente aquí no tiene mucho dinero, pero o se lo gasta en cerveza o en teatro, pero da igual el día de la semana que actuemos porque el teatro está siempre lleno” situación que choca con el poco respaldo social que recibe el mundo de la danza en nuestro país.

Foto: Arthur Abram

4 Elements es la última producción en la que está inmerso el bailarín albaceteño “se trata de un espectáculo compuesto por cuatro piezas de importantes coreógrafos como son Lukas Timulak, Jiri Kylian y Nacho Duato”. Cada una de estas piezas tiene una esencia totalmente diferente, y especial es para Jaime Segura ‘Sarabande’ del coreógrafo contemporáneo Jiri Kylian, concebida para 6 papeles solistas masculinos, uno de los cuales recae sobre el bailarín albaceteño.

Foto: Arthur Abram

Jaime Segura considera que para ser feliz en el complicado mundo de la danza “cada uno tiene que seguir sus pasos y no intentar seguir los de nadie”, porque el único referente vital para el bailarín albaceteño es su familia. “Tengo a mis padres y mi hermano que me indican donde está la tierra y me dan consejos que para mí son muy importantes”, explica Jaime Segura que de no ser por ellos, él no sería la persona que es hoy.

Describir sensaciones es siempre complicado, y más si de lo que se trata es de explicar algo que llena tanto como a Jaime Segura la danza. “Libertad, electricidad, mostrar tu esencia” esto es para el bailarín albaceteño la danza, quien declara que su momento especial es “cuando acabas, se cierra el telón y hay como un par de segundos de silencio, y al subir de nuevo el telón la gente estalla en aplausos, es como inhumano”.

Foto: Arthur Abram

La juventud de Jaime Segura hace que dentro de sus planes no esté volver a España, pero asegura que añora su tierra y cada vez que vuelve a Albacete se le “escapan lágrimas de alegría”.

La versatilidad del Ballet Nacional de España

Pilar Arteseros es una enamorada de la danza, concretamente de la española, en la que lleva volcada desde los 4 años. Forma parte del elenco de bailarines del Ballet Nacional de España  y tiene muy claro que sin el “sacrificio, apoyo y confianza” de su familia no habría sido posible alcanzar su sueño. La albaceteña asegura que a lo largo de la vida “hay personas que te dejan más huella”, y es que Pilar Arteseros considera a “Charo de Lara y a José Espadero sus dos grandes maestros”.

Con sólo 13 años, esta valiente bailarina dejó el seno familiar para estudiar en el Conservatorio de Danza de Alicante. En el año 2000 se traslada al Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid, donde finalizó sus estudios con Matrícula de Honor e interpretó el papel protagonista en el Taller Coreográfico de la obra ‘El Sombrero de Tres Picos’ del maestro José Antonio Ruiz.

Pilar Arteseros también ha participado en zarzuelas de la mano Goyo Montero, en el cine gracias a Aída Gómez y en el primer espectáculo del cantante Pitingo titulado ‘Soulería’. La bailarina albaceteña ha bebido su amor por la danza de profesionales como Ester Carrasco, Nuria Pomares o Gemma Morado a quienes está “muy agradecida”.

La maternidad cambió por completo la vida de Pilar Arteseros, porque “necesitaba dedicarme a mi hijo”. Este fue el motivo por el cual la bailarina albaceteña decidió explorar y volcarse en el mundo de la enseñanza, una experiencia con la que “te das cuenta de que puedes transmitir conceptos que tú atesoras y es muy gratificante”. En este tiempo Pilar Arteseros montó una coreografía propia ‘Entre rosas y espinas’ e impartió clases en el Centro de Artes Escénicas de Carmen Roche.

Tras la maternidad, se incorporó al Nuevo Ballet Español de Rojas y Rodríguez, hasta que en 2012 pasó a formar parte del Ballet Nacional. “El actual elenco del Ballet Nacional es muy completo y versátil”, explica Arteseros, y es que el repertorio diseñado por su director su Antonio Najarro, abarca piezas que van desde folklore, pasando por el flamenco y la danza estilizada e incluso, el contemporáneo.

“Nuestro nivel físico es como el de los deportistas de élite” explica la bailarina, y es que desde hace un año las lesiones de los miembros que componen el elenco del Ballet Nacional son tratadas por el equipo médico del Centro de Alto Rendimiento del Consejo de Deportes, que cuida también a “deportistas de gimnasia rítmica, gimnasia deportiva y tienen para nosotros tratamientos más avanzados y específicos”.

Si algo diferencia al Ballet Nacional es su sonido, porque su director, Antonio Najarro, es un apasionado de las castañuelas. “La manera que tiene de montar y coreografiar siempre saca el máximo partido de las castañuelas” comenta Pilar Arteseros, quien también señala que “además de bailarines somos músicos, porque acompañamos y enriquecemos la música con este instrumento de percusión”.

Este instrumento que se acopla perfectamente al cuerpo de los bailarines y que en ocasiones pasa desapercibido por su técnica y complejidad, logra que “podamos transmitir sentimientos” destaca Pilar Arteseros, y es que la bailarina albaceteña cree que “las castañuelas deberían ser declaradas como Patrimonio Cultural de la Humanidad”.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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