/Javi Romero/
El Albacete Balompié hizo un partido muy serio este domingo en un campo complicado, como lo es ‘El Molinón’. Los de Enrique Martín vendieron cara la derrota, incomodando en todo momento a un Sporting de Gijón al que tan solo Jony daba oxígeno fruto de la gran calidad que atesora.
El Alba, intenso en la presión, no ha hecho ni mucho menos el ridículo en Gijón, todo lo contrario, probablemente haya sido uno de los conjuntos más ordenados que ha pasado por el feudo asturiano. Eso sí, todo cambió cuando el encuentro llegaba a su tramo final, cuando Enrique Martín quiso amarrar ese punto que su conjunto estaba consiguiendo y decidió retirar a Zozulia para dar entrada a Bittolo, un cambio ultradefensivo que supuso un respiro para la defensa y centro del campo del Sporting, que veían asombrados como el técnico del Alba retiraba del campo a un jugador que no les permitía incorporarse al ataque con la tranquilad con la que ellos deseaban.
Casualidad, o no, escasos momentos más tarde llegaba el tanto de los locales, que veían como se llevaban los tres puntos de un partido que terminó tan solo con Acuña como islote en la delantera blanca. Y es que por jugar con más defensas no significa que defiendas mejor.
Quizá haya sido demasiado castigo para el Alba la derrota, pero desde el banquillo el cambio de Zozulia lo puso más fácil para los locales cuando más lo necesitaban. Tras el gol, el Alba tenía que buscar el empate con un 5-4-1, casi un 6-3-1… una misión imposible.
