/Hugo Piña/
La realidad es que el Albacete de Enrique Martín encadena con el choque del pasado sábado ante el Rayo Vallecano un periplo de cinco partidos en el Carlos Belmonte donde la falta de eficacia se ha traducido en la suma únicamente de cinco de los quince puntos posibles a sumar. Cierto es que dichas jornadas se han ido alternando con victorias y empates lejos del coliseo blanco ante colista y vice-colista, promulgando con ello los 44 puntos que actualmente refrenda la tabla clasificatoria de la Liga 123 para los intereses albacetistas.
Nàstic de Tarragona y Rayo Vallecano vencieron por la mínima y sin encajar tanto alguno, mientras que Osasuna y Cultural Leonesa se llevaron de La Mancha un punto en el que los pupilos de Martín fueron superiores en ambos partidos, pero en los que, casualmente la falta de eficacia, lastró las aspiraciones del equipo en el tramo final de competición.
Únicamente el Numancia de Soria cayó derrotado por el Albacete en el Carlos Belmonte, si bien de aquello hace ya más de un mes que aconteció (25 de febrero con gol de Aridane Santana) y la falta de gol en el Alba está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza.
Sumando todas las fechas resaltadas advertimos que el Albacete ha sido capaz de anotar únicamente un gol en el Carlos Belmonte, produciéndose precisamente aquella tarde de febrero la última victoria de los blancos ante su parroquia. Desde entonces y como se puede comprobar, el Albacete ha encadenado un total de tres partidos consecutivos en casa en los que, bien por la falta de eficacia bien por la enjundia del rival, no ha sabido perforar la portería contraria.
Y en el fútbol, que se trata precisamente de marcar en la portería contraria, el Albacete de Martín Monreal no ha estado demasiado ‘fino’ en las últimas semanas, lastrando con ello unas aspiraciones que parece abocadas únicamente a sentenciar cuanto antes y de manera matemática la permanencia en el fútbol profesional otra temporada más.
