/Marta López/Javi Romero/Vídeo: María Esperanza Panduro/Foto: María Guerrero/
Al filo de la media noche se vivía en la puerta de la Parroquia de la Purísima la salida del Cristo del Consuelo, portado delicadamente por sus costaleros.
Las infraestructuras del templo hacen imposible la salida de la imagen montada en su correspondiente trono, por lo que son los costaleros de la Cofradía del Silencio y el Santo Vía Crucis, los que se encargan de armar el paso del Cristo del Consuelo a escasos minutos de que comience la solemne procesión del Silencio, ante la atenta mirada de los albaceteños que se han congregado a las puertas de la Purísima para vivir este momento.
La primera luna llena de la primera fue la encargada de iluminar el recorrido a penitentes y costaleros, porque las calles por las que ha discurrido la procesión se han sumado en la penumbra. El alumbrado de la ciudad se ha apagado para que el Cristo del Consuelo quedase envuelto en la oscuridad que acompaña esta cita de la Semana Santa de Albacete.
El ritmo lo marcó un solitario bombo que inauguraba el recorrido. Tras él, multitud de penitentes que cargados con cruces al hombro han acompañado al Cristo del Consuelo en la oscuridad de esta noche de Jueves Santo. El silencio se hizo dueño de Albacete, los únicos sonidos que rompían esta gran calma eran las cadenas de los penitentes y los golpes de las horquillas de los costaleros que portaban a hombros la imagen del Cristo.
