/Marta López/
Hace unos días conocíamos que las obras del Recinto Ferial de Albacete podrían acabar antes de la fecha prevista. Las tareas de remodelación del emblemático espacio que aloja la Feria comenzaron hace varios meses y parecen avanzar poco a poco, pero no todos los vecinos de Albacete están “conformes” con el proceso de rehabilitación del recinto.
En los propios ejidos de la feria existe un comedor escolar al que acuden diariamente cerca de 90 niños procedentes de los colegios Feria, Carlos V y Simón Abril. Tras finalizar las clases matinales este numeroso grupo de niños acude a este comedor, donde después de comer podían salir a jugar a la parte interior del recinto ferial.
Sin embargo, esta situación ha cambiado tras el inicio de las reformas del recinto ferial. Los padres y madres de estos 90 niños llevan más de dos meses denunciando que sus hijos deben permanecer en el interior del propio comedor las dos horas que pasan allí.
“A esto se suma que nos han comunicado las propias monitoras del comedor que no se puede limpiar bien”, declara Antonio Manuel Calvo, uno de los padres afectados, porque sus hijos permanecen dentro del comedor, de uno 150 metros cuadrados, mientas se realizan las labores de limpieza del espacio.
Antes de dar comienzo las obras de reforma de la Feria, explica Antonio Manuel Calvo, “si había algún problema y los niños no podían salir al recinto, se ha habilitado una zona vallada justo en la puerta del comedor donde podían estar los niños junto con sus monitores”. Sin embargo, fuentes del consistorio albaceteño exponen que “esta no es opción segura para los niños debido a las propias obras del recinto ferial”.
Los directores de los tres colegios afectados se reunieron hace un mes con María Ángeles Martínez Paños, concejal de Educación del Ayuntamiento de Albacete, con el fin de exponerle la situación de los alumnos que acuden diariamente a este comedor escolar.
Con el fin de subsanar esta situación, desde el Ayuntamiento se están estudiando diversas posibilidades para que los niños que acuden a este comedor escolar puedan disfrutar de momentos de ocio al aire libre.
Según fuentes municipales, las principales opciones que se barajan para poner fin lo antes posible a esta situación, pasan por trasladar a los niños al patio de alguno de los colegios más cercanos al comedor, lo que resulta complicado por la incompatibilidad de horarios de los centros educativos a los que pertenecen los menores.
Desde el Ayuntamiento aseguran que “están haciendo todo lo posible para agilizar el proceso y dar solución lo antes posible a este problema”, con el fin de que los menores puedan disfrutar de un pequeño tiempo de ocio seguro y al aire libre.
