/Hugo Piña/
El excelso mediocampista del Albacete Balompié, Dani Rodríguez, sigue en estado de gracia merced a su gol de anoche en la Ciudad Deportiva ‘José Ramón Cisneros Palacios’ de Sevilla. Desde el punto de penalti y con la responsabilidad acogida con gran naturalidad, el creativo mediocentro, natural de Betanzos, amplió su nómina goleadora a cinco dianas, aupándose así a la segunda posición de la tabla de goleadores albacetistas en la presente campaña tras Roman Zozulia.
Sin embargo, se ha de hacer hincapié en lo ‘bien’ que le sienta la ciudad de Sevilla a un Dani Rodríguez que, precisamente allí debutó con la elástica del primer equipo del Deportivo de la Coruña en el Sánchez Pizjuán, en la vuelta de unos cuartos de final de la Copa del Rey de la temporada 2010/11. Rodríguez, que era el capitán del Fabril por aquella época, salió en sustitución del también ex futbolista del Alba, Rodolfo Bodipo, debutando así en el fútbol profesional de la mano del club coruñés, hogar donde una de las estrellas del equipo de Martín se crió.
Tras aquella noche copera en el Pizjuán, y aunque Dani Rodríguez ha tenido que tocar el barro de los campos españoles en varias ocasiones (desde el Betanzos hasta el Conquense), el centrocampista gallego ha sabido sortear las dificultades para erigirse hoy día en una de las realidades más constituyentes del nuevo proyecto del Albacete Balompié en el fútbol profesional.
Y es que, pese a que su contrato termina en junio con la entidad manchega, no parece que puedan existir problemas para la ligación de una de las estrellas del vestuario que tan buena ‘miga’ posee con la parroquia local.
