/Nacho López/
Jugador y club trabajan a toda máquina para que Roman Zozulia se pueda reincorporar en la mayor brevedad de tiempo posible al trabajo con el grupo y poder así estar disponible para Enrique Martín para afrontar el tramo definitivo de la temporada.
El dolor del esguince de grado dos que sufre el jugador tras un golpe recibido el 11 de febrero en el partido ante el Nàstic parece no terminar de remitir y el ucraniano no tiene buenas sensaciones todavía como para poder trabajar al mismo ritmo y con la misma intensidad que el resto de sus compañeros a pesar de estar ansioso por volver a sentirse futbolista y calzarse los borceguís para competir.
Sometido a pruebas radiológicas en las últimas fechas, éstas arrojan resultados positivos a simple vista en lo que a la evolución del esguince se refiere, si bien es cierto que el jugador manifiesta seguir sintiendo dolor y por ello se van a realizar otro tipo de pruebas para intentar dar con el quid de la cuestión en lo que al origen de esas molestias que todavía sufre el de Ucrania respecta.
Cinco semanas son las que lleva el de Kiev apartado de los terrenos de juego y será este viernes cuando se pierda su quinto partido consecutivo desde que cayera lesionado. El jugador no va a reparar en esfuerzos para sanar su maltrecho a día de hoy tobillo derecho y poder así competir cuanto antes, del mismo modo que el propio Albacete Balompié, quien a día de hoy tiene a uno de sus principales activos en la camilla de la enfermería; algo que obviamente no es bueno ni para el jugador ni para el club que a día de hoy le abona sus emolumentos profesionales.
Sea como fuere lo cierto es que tanto el Albacete Balompié como Roman Zozulia están deseando que el calvario del ucraniano llegue cuanto antes a su fin.
