/Hugo Piña/
El pasado 2 de octubre el Albacete Balompié tomaba la decisión de prescindir de los servicios profesionales de José Manuel Aira Lindoso, técnico del primer equipo blanco y autor del ascenso de este al fútbol profesional en doce meses tras su llegada al club en junio de 2016. Con contrato en vigor hasta junio de 2019 tras su reciente renovación por haber conseguido el ascenso a la Liga 1|2|3, el anterior consejo de administración que presidía José Miguel Garrido formulaba un suculento contrato para el técnico de Ponferrada en La Mancha.
Entre otras argumentaciones de ‘letra pequeña’ que se encontraron los nuevos propietarios tras la venta del Albacete Balompié a Skyline International el pasado mes de julio, toda vez que el equipo había conseguido el ascenso a Segunda, se encuentra una indemnización escrita que trae -todavía- ‘cola’.
Y es que tras el despido de Aira Lindoso de forma oficial el pasado 2 de octubre, todavía hoy no se ha llegado a ningún acuerdo que satisfaga a todas las partes involucradas. Es decir, que ni técnico ni club se han puesto de acuerdo sobre una decisión que parece venía en una de las cláusulas de ‘letra pequeña’ del contrato del ponferradino con el Albacete Balompié.
Skyline International y propiedad del Alba a la sazón, le ofreció a José Manuel Aira pagarle el presente año entero de contrato, argumentando tanto el técnico como sus servicios jurídicos la negativa a dicha propuesta con la que todavía hoy se encuentran distantes ambas posturas y que de seguir así terminará en los juzgados para que sea un juez el que dictamine qué debe y que no cobrar Aira tras su despido fulminante ante la escasez de resultados.
Aira quiere cobrar las dos temporadas que tenía firmadas con el Alba tras su reciente renovación, es decir, quería cobrar por las temporadas 2017/18 y 2018/19. La cuestión vendría refrendada porque el preparador castellano leonés tendría otra cláusula firmada en su contrato que estipularía que, en caso de salvación en Segunda del equipo esta temporada de regreso a la élite profesional, el contrato del entrenador Aira se renovaría automáticamente.
Se da el paradigma de que el preparador berciano fue destituido en la jornada 7 debido a sus insuficientes guarismos de salvación, pues cabe incidir aquí que el Alba de Aira sumó en las siete primeras fechas un total de cuatro puntos, mientras que el Alba de Martín (el entrenador que lo sustituyó) ha sumado en las siete primeras fechas de la segunda vuelta ante los mismos rivales un total de once puntos, siete más que el entrenador que acudiría a los juzgados en pos de justicia.
La situación, totalmente enconada por las argucias jurídicas, sigue todavía latente y tendrá que ser precisamente la ‘justicia’ en caso de que no haya acuerdo como parece que no lo habrá quien dictamine la razón de unos u otros. En el Albacete Balompié se muestran cautos todavía ante el asunto aunque no es menos cierto que en las oficinas de la entidad albacetista se muestran algo incrédulos ante una elección de José Manuel Aira que además de dilatarse en el tiempo hará perder credibilidad profesional a aquellos que hayan optado por una vía que parece no tener salida digna ante el escudo.
