En la mañana de este miércoles se ha procedido a la demolición del que quizá haya sido uno de los establecimientos hosteleros con más solera de nuestra capital y por el que a pesar de su poca parafernalia decorativa han pasado miles y miles de albaceteños así como muchísima gente relacionada con la política, el cine, el fútbol, los toros o el mundo de la canción.
Se trata del Bar Vidal, típica taberna de los años 60 que se mantuvo impertérrita en su aspecto a pesar del paso de los años y la llegada de modernidades. Ubicado en la Calle Muelle, el Bar Vidal ha visto crecer a una ciudad como Albacete en la que dentro de su historia este bar siempre tendrá un lugar privilegiado.
Tres familias han sido a lo largo de 60 años los que han dirigido el establecimiento que hoy, en poco más de unas horas, ha quedado reducido a escombros. Su apertura fue llevada a cabo por la Familia Pascual, quien después de dos décadas al frente decidió dar el relevo a unos nuevos propietarios que rigieron sus directrices durante un lustro antes de que pasara a manos de la Familia Vidal, últimos propietarios del establecimiento y que tras alcanzar su jubilación decidieron cerrarlo para siempre al no haber un relevo generacional.
Hoy 28 de febrero se ha escrito la última página del Bar Vidal, que con su derrumbe y su desaparición se lleva a la tumba el secreto de sus míticos Higos con Cazalla, higos que como ‘el Vidal’ ya son solo vestigios del pasado.
