VÍDEO | Sonriendo a una nueva vida gracias a la donación de un órgano

/Llanos Esmeralda García/Foto y vídeo: María Esperanza Panduro/

“Mi entrada en la enfermedad renal crónica fue brusca. Me hice una analítica y detectaron que precisaba entrar en diálisis. Fue muy repentino. Estuve un año y medio en diálisis. No es muy apetecible esta situación. Es dura, pero quizá yo lo asumí porque no queda más remedio”, relata a El Digital de Albacete Antonio Escribano, trasplantado de riñón. “Estuve en lista para el trasplante y al año y medio me trasplantaron”, asegura Escribano que “supuso una alegría. Es un cambio a la vida”.

Insiste este albaceteño que después de su trasplante está “muy agradecido a todo el personal sanitario ya que supuso una ayuda, no solo médica sino también humana y personal, me facilitaron asumir mi nueva situación”. Un año y medio de muchos “altibajos, de dificultades, de cambios de vida, pero creo que tuve valor para tratar de continuar con una vida lo más normalizada posible”, esgrime Escribano.

Han pasado 8 años del trasplante de Antonio y asegura que “el trasplante es la mejor solución para la enfermedad renal crónica” y como transplantado lo primero que hay que hacer, insiste, es “dar gracias a la persona que donó el riñón y a la familia que en esos momentos tan difíciles optó por dar vida a otras personas estando ellos viviendo con la muerte”.

Manolo Martínez, trasplantado de riñón hace 3 años, relata que a causa de una operación le detectaron que le afectó al riñón, fue desde entonces cuando empezó con diálisis “más o menos año y medio y me trasplantaron. Lo acepté tal y como me vino”, asegura que cuando le hicieron el trasplante lo mejor fue que “me dijeron que ya podía comer de todo, aunque no se puede hacer excesos de grasas, pero se puede llevar muy bien”.

Después de la operación detalla Manolo que las consultas médicas “al principio eran cada mes, cada dos meses, luego te la pasan a tres, luego a 6 y, de momento, va saliendo todo bien”, incidiendo en que “tenemos la gran suerte de tener unos médicos para quitarse el sombrero en el Hospital de Albacete, son fabulosos, tanto técnicamente como humanamente”.

Día Nacional del Trasplante 

Este 27 de febrero se celebra el Día Nacional del Trasplante. Una jornada que tiene por objeto agradecer a todos los donantes su altruismo, así como la ardua labor de sus familiares y profesionales implicados en cada uno de los procesos. El Complejo Hospitalario Universitario de Albacete registró en 2017 63 trasplantes de córnea; 29 de medula ósea, que junto con Guadalajara son los únicos hospitales de la región donde se hace este tipo de trasplantes; y 52 renales (es el segundo año consecutivo que el Hospital de Albacete ha pasado de los 50 trasplantes) que junto con el Hospital de Toledo albergan  el programa de trasplante renal, ambos han sumado 97.

La tendencia de trasplantes y de donaciones es la de aumentar, detalla a El Digital de Albacete Fernando García, Coordinador de Trasplantes de Albacete “la media del número de donaciones en los últimos años estaba en torno a los 16-17 y en estos últimos cuatro años está en torno a 21 donantes al año”. En el Hospital de Albacete, esgrime el Coordinador de Trasplantes, “en el año 2013 se puso en marcha el Programa de donación en asistolia -o también llamado a corazón parado-, y que ya son 22 los donantes que tenemos”.

 

Unas donaciones que son posible gracias a la solidaridad y altruismo de las familias donde el índice de negativas familiares se ha reducido “es cierto que la negativa en muerte encefálica va disminuyendo de una manera muy importante”, esgrime García que tradicionalmente en Albacete nunca se había conseguido bajar del 20-25% de las negativas familiares y este año “hemos tenido un 6,25%, siendo la tasa de negativas familiares más baja desde que funciona la coordinación de trasplantes de Albacete”.

Durante 2017 el Hospital de Albacete ha contado con 25 donantes, enumera el coordinador de trasplantes de Albacete, “de estos 25, 3 han sido donantes de tejidos, en concreto donantes de córnea, y 22 han sido donantes de órganos y tejido; 1 de vivo -una madre que donó un riñón a su hijo convirtiéndose en el primer trasplante renal de donante vivo que hemos hecho en el hospital durante 2017- y 21 ha sido donante fallecido, de los cuales 15 han sido muerte encefálica y 6 en asistolia”.

Pero, ¿qué supervivencia tiene el paciente una vez trasplantado? “La vida media de un trasplante renal de donante cadáver está en torno a los 10-15 años en condiciones normales”, informa el Coordinador de Trasplantes de Albacete “y un trasplante renal de vivo puede estar en torno a los 15-20 años”, aunque la vida media en otro tipo de trasplantes depende de muchos condicionantes.

Trasplante renal de vivo

En los últimos 20 años el trasplante renal se ha posicionado como el mejor tratamiento de la insuficiencia renal crónica en cuanto a supervivencia, calidad de vida, menores complicaciones y mejor relación coste-beneficio frente a la diálisis. Las experiencias publicadas sobre trasplante renal de vivo muestran una disminución de las complicaciones en el donante y una mayor supervivencia de este trasplante frente al de cadáver.

La idea es consolidar el programa de trasplante renal de vivo puesto que “la vida media de ese riñón es mucho más duradera que la de un donante cadáver. Además, hoy en día los donantes que tenemos son donantes muy añosos, siendo la edad media de los donantes que hemos tenido durante este año 2017 de 68 años y el problema es que cada vez tenemos más donantes pero tienen más edad, con lo cual el problema que estamos viendo en los últimos años es conseguir órganos para receptores jóvenes y eso es muy dificultoso porque siempre hay que buscar un órgano que sea lo más próximo en edad entre el donante y el receptor” y la mejor salida en términos de supervivencia, insiste el Coordinador de Trasplantes de Albacete, “es un trasplante renal de donante vivo”.

Pero, ¿cuál es el procedimiento que se sigue en un trasplante renal de vivo? En este proceso repara el doctor García “primero hay que encontrar un familiar que quiera donar y que sean compatibles en cuanto a grupo sanguíneo y RH, y posteriormente hay que hacer un estudio de compatibilidad”. Esgrime el Coordinador de Trasplantes de Albacete que el estudio se centra: por un lado, en ver la compatibilidad entre donante y receptor; y por otro lado, que el donante tenga la suficiente garantía de que con un solo riñón va poder hacer una vida completamente normal como la que venía haciendo, si no hay garantía legalmente no se puede hacer. La otra parte del estudio se centra en descartar que tenga patología tumoral o infecciosa que pueda ser trasmitida en el receptor.

En otro tipo de trasplantes de donante cadáver el objetivo es asegurar que el órgano funciona bien y para eso hay que hacerle una serie de analíticas y de pruebas de imagen, fundamentalmente ecografía o escáner, y además garantizar también que no tiene un proceso ni infeccioso ni tumoral que vaya a trasmitir al receptor.

En nuestro país, alrededor del 85% de la actividad trasplantadora renal se realiza a partir de donante cadáver pero, lamentablemente, el número de donantes fallecidos no satisface todas las necesidades de las listas de espera. “En Castilla-La Mancha a fecha de 1 de enero de trasplante renal y de otros órganos era de 133, aquí en el Hospital tenemos el programa de trasplante renal y a fecha de 1 de enero era de 53”, detalla el Coordinador de Trasplantes de Albacete.

ALCER

La Asociación de Lucha Contra las Enfermedades Renales de Albacete (ALCER) cuenta con 40 años mejorando las condiciones de vida del colectivo de los enfermos renales en prediálisis, diálisis y trasplantados. La entidad se convierte en Federación Nacional ALCER en 1981 y en 1984 es declarada de Utilidad Pública. Desde ALCER apuestan entre otras cosas, informa su presidente Antonio Escribano, “para intervenir con pacientes que están en diálisis peritoneal para que no sean obligados, en caso de alguna incidencia, tenerse que desplazar a Albacete. Actuamos potenciando la hemodiálisis, hemos conseguido que el SESCAM facilite un médico en hemodiálisis con la colaboración del presidente de la Federación. Tratamos de llevar nuestra experiencia, ocuparnos de las incidencias que pueda haber en transporte o realizar carnés de donante”.

Y es que desde ALCER ofrecen múltiples servicios a sus socios: “grupos de apoyo y ayuda mutua; información y asesoramiento sobre ayudas y prestaciones sociales y servicios jurídicos; servicio integral de empleo; atención psicológica; asesoramiento nutricional; propuestas de actividades de ocio generales, y específicas para jóvenes y niños; y periódica información de interés para el paciente y sus familiares; participación en la asociación…”.

Aunque han avanzado mucho, desde ALCER insisten en que los pacientes renales siguen necesitando defender sus derechos y difundir la problemática que genera esta enfermedad, una difusión que realizarán el próximo 8 de marzo en el hall del Hospital de Albacete.

“Hay vida tras, y durante, la enfermedad”

“Me llamo Rosa y la historia que os voy a relatar empezó cuando tenía 28 años … Tienes insuficiencia renal crónica… Debían engancharme a una máquina para limpiar la sangre, las toxinas, y no sé cuantas jugarretas más, durante una temporada, hasta que pudieran poner un riñón… Encima tenía que esperar un donante compatible…”, un relato que ha llegado a las manos de quien escribe y que bajo el título del libro ‘Las peripecias crónicas de una enferma’, Rosa Sirvent da a conocer su día a día desde que comenzara su enfermedad y el funcionamiento de la sanidad española para “ayudar a otros que, como ella, se encuentren en estas circunstancias”. En dicho libro muestra esta albaceteña que “querer vivir es poder vivir”, apostando por ayudar a otros a entender que “hay vida tras, y durante, la enfermedad”.

Programa de donantes de médula ósea

Otro de los programas con el que cuenta Albacete es el de médula ósea y que en Castilla-La mancha en 2017 “el número de pacientes que se ha registrado ha pasado los 5.000 y en la provincia de Albacete 2.770 -ha sido la provincia que más donantes se ha registrado-“, informa el Coordinador de Trasplantes de Albacete.

Existe un banco de médula ósea a nivel internacional donde hay más de 30 millones de donantes inscritos y otro Registro Español de Donantes de Médula Ósea “cuando un paciente necesita un trasplante se hace una búsqueda: primero en los familiares, alrededor de un 30% se encuentra un familiar compatible; el otro 70% se inicia una búsqueda a nivel nacional si no se encuentra esa búsqueda se extiende a nivel internacional”, lo que conlleva más tiempo de espera para el enfermo, por eso la necesidad de encontrar donantes lo más cerca posible.

El trasplante de órgano es un proceso en el que intervienen los profesionales sanitarios y el altruismo de las personas y del que muchas personas se pueden beneficiar aportándoles una segunda oportunidad de continuar con su vida al lado de sus seres queridos.

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