- «Con la que estaba cayendo este domingo, en todos los sentidos, me quedé en la cama», ha manifestado el humorista más ‘chanante’ al mismo tiempo que reconoce que, «el público es el que realmente tiene que sacar conclusiones y está claro que no ha funcionado».
Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla fueron los encargados de presentar este sábado la 32ª edición de los Premios Goya y a tenor de los comentarios vertidos por el público, los albaceteños no han salido muy bien parados como presentadores y anfitriones de la gala.
Joaquín Reyes ha dado la cara en la edición digital de la revista ‘Vanity Fair’ y ha reconocido que “no confían en que haya una segunda vez” al mismo tiempo que manifiesta “no haber hablado todavía” con su compañero de tareas este sábado en la presentación de los Goya desde que terminó la gala.
Viendo los comentarios de los televidentes parece claro que fue una de las galas menos brillantes de los últimos tiempos. Carente de ritmo, con sketches que no acababan de arrancar, una respuesta gélida de los asistentes… pero a pesar de ello y metidos en plena gala, Reyes no tenía ni la más mínima impresión de que las opiniones pudieran ir por donde finalmente han ido. «Empecé a recibir mensajes de amigos y por lo que decían comencé a olerme la tostada. Así que leí tres crónicas de distintos periódicos y ya no quise mirar ninguna más», asegura Joaquín Reyes a ‘Vanity Fair’ al mismo tiempo que asume con resignación que a tenor de la opinión del respetable “está claro que no ha funcionado».
Acostumbrados a recibir siempre los halagos del público, “todo esto nos resulta muy nuevo, pero ahora lo que nos toca a Ernesto y a mí es encajar las críticas y ya está. Somos cómicos y es parte de nuestro trabajo. Nos da mucha pena porque nos hacía muchísima ilusión presentar los Goya». Del mismo modo, reconoce que “no creo que vuelvan a llamarnos para presentar otra gala de los Goya».
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